Capitulo 4

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Muchos poetas y filósofos hablan de el despertar como una experiencia hermosa. Una nueva puerta a un nuevo día. El haber llegado como nuevo del mundo de los sueños preparándose para un nuevo día lleno de metas y conocimientos que están ansiosos por ser descubiertos. Un éxtasis de abrir los ojos por primera vez a una nueva oportunidad dada por la vida para darle honor al significado de esta: Cada día descubrir algo nuevo.

-¡Cabron, ya levántate!- "delicadamente" me "susurra" mi madre- ¡Ya vas tarde animal!

Lo malo es que yo no soy un filosofo. Son las 5:30 de la mañana y tengo media hora para estar en la parada del camión. Me tapo con las sabanas y me digo a mi mismo "tu puedes, no pienses en el dolor físico, mental o emocional" y salgo con todas mis energías de la cama. Agarro los jeans que deje en la silla de mi escritorio, tomo una camisa de mi closet, me baño de desodorante y  me pongo los tenis que estaban debajo de mi cama. Voy al baño y lleno el lavabo de agua fría y meto la cabeza . He tenido recuerdos de cuando nos escribíamos últimamente, es decir siempre estoy pensando en ella, en su letra, su sentido del humor, su perfume, su voz, pero cada vez son mas recurrentes, e incluso aparecen en mis sueños. Ella se ha apoderado completamente de mi mente de una forma increíble, antes ya creía en el amor ciego pero pensaba que era una cosa la cual solo la gente con experiencia, desamores, tristezas y decepciones sabían y lo experimentaban pero a mi relativamente corta edad y 3 ex-relaciones no tan serias es difícil pensar o siquiera imaginar sobre algo tan bello como eso. Me da risa que Hace 1 año me hubiera cagado de la risa si hubiera oído a alguien decir una idotes como esa. Me empieza a faltar aire, siento fría la mente y me siento un 70% despierto, creo que con esto basta. Saco mi cabeza del agua mientras oigo mi cabello chorrear hacia el lavabo. Tomo una toalla y me la enrollo en toda la cabeza y me froto rápidamente con ella. Me quito la toalla y sacudo mi cabello. Me quedo mirándome fijamente al espejo. Mi cabello esta un poco largo, quizá necesite un corte pronto. Ya no tengo tanto acne como antes, eso es bueno, y por fin me esta saliendo una barba mas pareja aunque no tan frondosa. Lo que me sigue causando curiosidad e intriga son mis ojos, algunas veces se ven verdes mientras que en otros momentos se ven café o miel. Me rasuro hasta dejar mi cara lisa y bajo las escaleras para ir por mi desayuno. Me siento y veo mi teléfono, me quedan 10 minutos para alcanzar el camión. Veo mi plato, huevos con frijoles. Me pongo a pensar "tu puedes hacerlo, es sencillo". Tomo un respiro, lo agarro de las orillas, paso a seguir, me lleno la boca con mi desayuno.

Queda 1 minuto y estoy a 2 cuadras de la parada del camión, lo he logrado. Ya arriba del camión veo a varios compañeros con los que compartía clases que y me siento con ellos. Adelante se encontraban Renata y Elisa. Renata era baja, tenia una cara redonda, cabello castaño oscuro liso, una tez morena, una nariz chata, ojos pequeños y usaba lentes como de secretaria. Ella usaba una sudadera rosa mexicano con unos jeans y unos botines grises. Ella era generalmente alegre y risueña. Elisa me llegaba al mentón así que podría decirse que es alta. Tenia una nariz grande, la cabeza ovalada, un cabello oscuro bastante rizado, una tez blanca, una complexión un poco robusta ojos pequeños y usaba lentes cuadrados. Ella llevaba una chaqueta azul marino, un suéter con cuello de tortuga blanco, unos jeans y una botas afelpadas. Ella generalmente era seria pero era divertida y cínica. A lado de mi estaba Humberto. Era un tipo caucásico, bajo, flaco pero bastante musculoso. Tenia ojos grandes y cabello corto castaño y era muy random pero muy amiguero. Llevaba una playera de manga larga blanca con grandes franjas azul marino, jeans y tenis negros.

-¿Hicieron la tarea de Algebra?- pregunta Humberto

-Sí- le respondo- me quede hasta la una haciéndola.

-¿Esta muy larga?

-De seguro te fuiste a tocar al centro- me dice Elisa- ¿Verdad?

-Sip- le respondo

-¿Ya la hallaste?

-Nop

-¿Estas cansado?

-Sip

-¿Piensas dejarlo?

-Nop

-¿Me pasas la tarea?- Me pregunta Humberto

-Sip

-¿No tienes un lápiz?

-Nop

-No entiendo porque estas traumado- me empieza a regañar Elisa- Llevas 10 meses tocando en el centro sin ninguna señal de esta tipa.

-¿Eso significa que debo dejar de hacerlo?

-Simplemente parece una locura. ¿Que tal si para ella fuiste solo un amor rápido? ¿Has pensado en que quizás te haya olvidado?

-Bueno para mi esto es totalmente serio. Créeme yo sentí una conexión especial con ella, ella es increíble en todas las formas posibles.

-Te digo algo, si quieres puedes seguir con tu romance de novela pero te aseguro que vas a terminar roto hasta del... Emm, ¿Renata?

-¿Si?- responde risueña

-¿Estas bien?

-Sí,- voltea a vernos- es que, ¿Acaso no se imaginan como si estuvieran en un video musical cuando miran a la ventana en la calle?

-Ay no puede ser, otra romántica empedernida.

-Es mejor ser un romántico empedado- dice Humberto mientras busca un lápiz en su mochila.

Todos reímos y seguimos platicando hasta llegar a la escuela.

Entre Ruidos y Melodías (En Desarrollo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora