om(e)g(a) !! banginho

11

Odiaba admitir que Chan tuvo razón.
Que su rango era suficiente para que no se acercara nadie en lo que llevaba del día y estaba un poco enfadado por eso. Aunque quería por lo menos no discutir con el alfa ese día, solo ese. Después de todo ayer le había ayudado y Minho sentía que haberle dado alojo en la noche era mucho menos de lo que le "debía" por haberle "salvado" de Jaehyun.

Y no, no había probado estar sin su collar pero se había sorprendido cuando Hyunjin paró unos segundos mientras se acercaba a él. ¿Tan alto era el rango de Chan? Le daba curiosidad, aunque también estaba a punto de golpear a Hyunjin para que cerrara la boca y parase de reírse.

Su teléfono celular vibró mientras escuchaba a Hyunjin bromear. Entrecerró los ojos cuando leyó el contacto.

- ¿Qué pasa, Min?.- Cerró los ojos, respirando cuando escuchó el tono burlesco de Hyunjin.- ¿Tu alfa?

Rodo los ojos cuando el pelinegro hizo una mueca de dolor luego de golpear su brazo con fuerza, mirando el celular para poder ver los mensajes.

Chan

¿Puedes venir?

¿Se supone que sepa donde?
Aparte de porque iría 🤨

Quiero pasarte algo.
Al salón de música

No se si tengo las ganas de caminar
hasta allá, bang.

Estoy seguro que si. ✔️✔️
Vienes? ✔️✔️

Por su parte, Chan dudaba en si enviar otro mensaje al castaño, o simplemente seguir esperando, estaba seguro que Minho podía simplemente decidir ignorarle. Pasaron 10 minutos desde su último mensaje hasta que escuchó la puerta ser abierta, una sonrisa asomando en su rostro a pesar de la mueca molesta en el rostro del omega.

- Viniste.

- ¿Qué necesitabas?.- Chan suspiro, levantándose del escritorio.

- Lo de ayer.- Minho le miró, mordiendo su mejilla y Chan se apuró a seguir.- No te interrogare, pero toma.- Respiro hondo antes de tomar su mochila que hasta ese momento estaba apoyada en el mismo escritorio donde estaba él, sacando la bolsa que llevaba dentro y alzándosela al castaño.- Si tenías miedo es por algo, espero que esto te sirva, gatito.

- ¿Por qué me das esto?

Soltó la bolsa apenas la mano de minho tomó la correa, por fin volviendo a mirarlo y mordió su labio al ver la expresión confusa de Minho.

- Te va a ayudar a estar más seguro.- Explicó, metiendo las manos a los bolsillos de su poleron.- Y Minho. - El castaño le miró, esta vez totalmente sincero y eso le tranquilizó un poco.- Ayer estaba muy cerca de tu casa, y tú si me importas, lo quieras o no.

Se atrevió a tomar el hombro de minho acercándose un poco más, el castaño estaba tenso y podía notarlo. Cuando estuvo a su lado Minho giró la vista para verlo. Chan volvió a hablar.- Cuídate, Min, no siempre es bueno atacar primero.

Un beso fue dejado en la cabellera del castaño antes de que Chan saliera de la habitación y Minho quedase ahí, totalmente inmóvil mirando la bolsa entre sus manos. Su vista se levantó por un segundo para cerrar la bolsa y suspirar.
Le había bastado con ver la marca para saber que era un aparato de seguridad, -o más de uno por el peso- y por esta vez aceptaba que no había sido culpa de su lobo el sentimiento que estremeció su cuerpo de pies a cabeza.

No volvió a intercalar palabras con Chan más allá de algunas miradas donde al cruzarse Chan le dedicaría una sonrisa donde escondía sus labios. Y estaba bien porque esa misma tarde Minho se encontró consigo mismo instalando el seguro especial en su puerta y colocando ese anillo dentro de su bolso antes de irse a dormir mientras se cuestionaba en que momento Chan había decidido (y él mismo) que eran suficientemente cercanos para dar muestras de afecto entre ambos como ese beso en la mañana o los besos en la frente que parecía que Chan estaba adaptando a modo de despedida.

Estaba terminando de colocar su pijama cuando su celular vibró, sus cejas se elevaron al ver el contacto desconocido. Decidiendo por no abrir el mensaje, Chan le había regalado tres cosas, un seguro para su puerta, cosa que encontró un poco exagerada por el momento, pero de todas formas lo instaló, un anillo que tenía un notable diseño de picos con el que fácilmente podría defenderse y un llavero que en algunas ocasiones vio omegas o betas ocupar entre sus dedos como forma de precaución.

Eran cosas simples y qué tal vez Minho se hubiese comprado en un futuro pero que Chan se preocupase también le hacía querer gritar contra su almohada toda la noche. Sobretodo porque el maldito anillo tenía forma de gato.

No era justo.
Sus convicciones y promesas se desmoronaban una por una y estaba consiente de ello.

Dos días después fue que en primer regalo apareció, luego de que Chan adoptara por completo esta rutina de despedirse con un beso en la frente y las discusiones matutinas volvieran se encontró con un pequeño sobre, y algo tan típico como unos bombones de chocolate sobre su puesto, sus favoritos como la última vez.

Abrió el sobre y no pudo evitar reírse.

"¿Podemos ocupar la pulsera como la corona, no?
Aunque si quieres también puedo hacerte una."
Creo que entiendes a lo que le estoy dando
inicio, ¿no? - BC

Por supuesto que entendía, y también sabía que Chan podía hacer una corona si le diese la gana, era familiar del líder y tenía tanto dinero como quisiera para hacer dos mil coronas, pero esa pulsera era suficiente. Porque aunque le costaba admitir, era lindo traer esa pulsera consigo, sobre todo cuando pensaba en que Chan no estaba jugándole una broma la vez que le regaló esa pulsera y el llavero que colgaba en su mochila.

Sus mejillas se tiñeron de rojo, haciéndole bufar, por primera vez alguien le cortejaría.