Capítulo 4: Amistad

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Una mañana tranquila en París, habían pasado 5 días desde lo sucedido entre Adrien Agreste y Luka Couffaine. Por lado del joven Agreste canceló todas las actividades que tenía por una semana, teniendo su agenda libre que debería de haber aprovechado para salir con sus amigos pero hizo todo lo contrario, se la pasaba encerrado en su habitación, al principio pensó que no iba a poder convencer a su padre sobre la cancelación de sus deberes pero su padre acepto con tal que se pusiera al corriente inmediatamente pasando la semana.

Adrien se encuentra jugando videojuegos en su habitación algo desordenada, no puede olvidar lo sucedido con el Alfa siente escalofríos al acordarse, aún no hablaba con Luka dejo pasar varios días porque no tiene el coraje suficiente para ir a buscarlo y enfrentarlo, su cabeza punzaba tratando de establecer un plan o una manera de encarar todo.

Ayer tuvo el valor de contarle todo a Marinette, fue el primer paso para enfrentar lo sucedido, con el apoyo de su amiga tiene más confianza para hablar con Luka. No debe de esperar un día más o sino la locura se lo comería vivo.

Adrien ordenó su habitación, tomo una ducha fría pensando en las palabras que usaría y uno que otro plan si vuelve a suceder lo del otro día, tomo su celular y mando un mensaje a su amiga, en la única que puede confiar por el momento, explicándole cuándo y cómo intervenir pero en lo más profundo de su ser esperaba no necesitar de su ayuda.

Adrien ordenó su habitación, tomo una ducha fría pensando en las palabras que usaría y uno que otro plan si vuelve a suceder lo del otro día, tomo su celular y mando un mensaje a su amiga, en la única que puede confiar por el momento, explicándole...

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Fuera de las instalaciones de la revista Bonjour! se ve un joven delgado con cabellera rubia, entrando para encontrarse en la recepción acercándose a la encargada.

- Necesito ver al Sr. Luka Couffaine - con una dulce voz hablo Adrien, sacando uno que otro encanto para que le dieran la entrada, obteniendo su objetivo.

Llamo al elevador, sabe perfectamente donde quedaba la oficina del Alfa, mientras subía al piso indicado se tomaba sus supresores, no quería volver a cometer el mismo error, viendo como las puertas del elevador se abrieron enfrente de él notando que del otro lado se encontraba la puerta del despacho de Couffaine, trago en seco, tocando la puerta.

- Adelante - reconoció la voz al instante, era él, tomo el picaporte tratando de mantener la cordura abriendo la puerta.

Fija su vista en el Alfa que trae puestas unas gafas y en manos unos documentos.

Aún no se da cuenta de quién se trata. - No esperaba a nadie - volteo a ver a la persona, quedando sorprendido.

- Lamento no avisar con anterioridad - la puerta es cerrada detrás del rubio. - Solo que esta visita no son con fines de negocio - trata de ser educado, habían pasado cosas que nadie se imaginaba entre ellos pero debía de mantener su margen como el hijo de Gabriel Agreste.

Luka captó lo que dice el Omega enfrente de él, ofreciéndole asiento.

- ¿Y de qué quieres hablar? - su vista volvió a los documentos, acomodándose sus lentes.

Mi omega [Lukadrien]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora