Capitulo 39: La amenaza a todo su esplendor

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Grandes y pequeños trozos de cristales junto con pequeñas gotas de sangre se contemplan en el suelo, entre sus manos tiene la hoja del divorcio manchándola con su sangre comenzando a romperla en pedazos, dejándolos caer en un cenicero, agarro una botella de vino de la repisa de licorería tomando directamente de ella.

Con pasos torpes se acercó a su bolso para sacar un cigarro encendiendo de inmediato con ayuda de un encendedor de bolsillo, volviéndose a acercarse a la mesa donde dejó el cenicero con los pedazos de papel sin importarle pisar trozos de cristal estando descalza. Se sentó en la silla dejando caer la ceniza del cigarro encima de los pedazos de papel y al mismo tiempo le daba tragos a la botella de vino viendo cómo la ceniza quema muy poco el papel.

- Ay Luka - suspirando, sacando el encendedor usándolo directamente en el cenicero viendo como el fuego consume su contenido. - Nada y nadie me va a separar de ti, eres mío... Solo mío.

En su rostro se refleja satisfacción al ver que aquella hoja donde venía escrita los términos y condiciones del divorcio está hecha cenizas, riendo de manera escandalosa y burlesca.

- Si te divorcias de mí... Te mató.

Ha pasado una semana desde aquel día, la policía no ha dado con Nathaniel, no hay pistas o alguna señal de dónde pudiera estar, es como si la tierra se lo hubiese tragado

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Ha pasado una semana desde aquel día, la policía no ha dado con Nathaniel, no hay pistas o alguna señal de dónde pudiera estar, es como si la tierra se lo hubiese tragado.

La pequeña familia ya se había mudado a su nuevo hogar, aún hay muchas cosas que acomodar y dar los últimos retoques, la mudanza a sido un cambio grande en sus vidas después de tanto tiempo al fin pueden estar unidos como familia y más por las circunstancias que han pasado últimamente.

Adrien a estado decaído, han habido días donde come muy poco o definitivamente no consume ningún alimento, a estado yendo a las citas con la psicóloga pero no han sido de mucha ayuda y eso le preocupa mucho a Luka.

- Deberías de descansar - atrayendolo a su cuerpo. - Y comer mejor - viéndolo directo a los ojos.

- Lo intentó - hablando bajo.

- Lo sé pero me preocupas mucho, temo que tu salud también se vea afectada, más de la que ya está.

No hay noche dónde Adrien se despierte exaltado por alguna pesadilla o que le sea imposible conciliar el sueño, sintiéndose cansado el resto del día.

- Haz un mayor esfuerzo en comer bien por favor - abrazándolo. - Hazlo por nuestra hija, ella extraña a su mamá.

- Créeme que lo intento - comenzado a llorar. - Pero hay algo que no... no me deja avanzar como quiero. - sollozando.

- No me gusta verte así, llorar de esa manera - sentándose en el sofa para poner a Adrien en su regazo. - Si quieres podemos conseguir un psicólogo particular, puede que con el actual no tengas esa confianza o conexión para soltar todo lo que tienes.

- ¿Crees que funcione? - mirándolo a los ojos.

- Si ese es el problema claro que puede funcionar - limpiando las lágrimas para sonreírle.

Mi omega [Lukadrien]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora