Mi omega [Lukadrien]

Capitulo 42: ¿Existe la esperanza?

La luz blanca hace que por impulso cierre sus ojos de inmediato, está aturdido sintiendo su cuerpo ligero, lentamente abre sus ojos para acoplarse a la luz de su alrededor.

Sopresa se ve en su rostro al ver que se encuentra en un vacío totalmente en blanco, asustado busca a su alrededor con su mirada empezando a sentir la soledad.

- Adrien.

Una voz familiar resonó en todo el lugar haciendo que volteé a la dirección donde escucho aquella voz femenina.

Al ver a la mujer enfrente de él sintió un vacío en su interior lanzándose a los brazos que tanto había extrañado.

- Mamá - sollozando.

- Hijo mío - uniéndose más en el abrazo. - Has crecido demasiado, ya eres todo un adulto - acariciando la mejilla del rubio, demostrándole una bella sonrisa.

Para Adrien fue imposible no reír al escuchar a su madre decir esas palabras, volteando a verla.

- Ha pasado mucho tiempo desde la última vez - ahogando el sollozó. - ¿Dónde estamos? - mirando un poco a su alrededor.

- Eso no es lo importante - tomándolo de las manos, sintiendo la calidez. - Lo importante es que debes de volver, aún no es tu momento para estar aquí - viendo la duda en los ojos de su hijo.

- No entiendo lo que me dices mamá - sin dejar de verla.

- Tu más que nada sabes lo que es vivir y crecer sin una madre - haciendo que Adrien ponga atención a su persona.

Adrien tocó su vestimenta notando que trae una bata de hospital y se encuentra descalzo.

- Debes de regresar con tu hija, no puedes dejarla sola, ella te necesita - limpiando la lágrima que iba rodando por la mejilla del rubio.

Una punzada en su pecho hizo que con su mano apretara la zona, mostrando el dolor en su rostro, siendo ya consiente de lo sucedido.

- Yo... quiero regresar - mirando a su madre que solo lo ve con tristeza.

- Entonces no te rindas, ya no seas débil y enfrenta todo lo que te persigue - sosteniendo a su hijo de los hombros.

- Tengo miedo - intentando no quebrar en llanto. - Desde tu muerte todo ha sido difícil para mí.

- Sé por lo que has pasado, siempre he estado a tu lado mi niño.

- Me haz hecho tanta falta mamá - volviendo a abrazarla.

- Perdóname hijo, nunca quise dejarte solo - acariciando el cabello rubio.

Poco a poco la oscuridad consumía el lugar.

- Es momento que regreses.

Adrien miró el lugar, asustándose por la oscuridad.

- Perdona a tu padre - viendo la sorpresa de Adrien. - Y cuida mucho a mi nieta, es una niña muy hermosa - sonriéndole.

Enfrente a sus ojos ve como su madre se desvanece junto con la poco luz que quedaba, volviendo a estar solo pero ahora en la oscuridad.

Dejando de sentir aquel dolor en su pecho, sintiéndose cansado y su cuerpo pesado pero sintiendo tranquilidad.

Cerrando sus ojos.