Tu y yo

Capítulo 8.

Al volver vi a Luffy acostado mientras veía la pared sin moverse ni un poco.

-Oye Luffy, ven vamos afuera, hay algo que quiero que veas- el se sentó en la cama y me extendió los brazos para que lo cargará.

Me acerque poniéndome entre sus piernas, para sentir como pasó sus brazos por mi cuello, y enredo sus piernas alrededor de mi cintura, pase mis manos por sus piernas para sostenerlo por los muslos, para cargarlo de esa forma. Salimos del cuarto mientras el recargaba su cabeza en el agujero de mi cuello.

Caminé por los pasillos mientras lo sentía respirar en mi cuello, sentí algo caliente y húmedo en mi cuello, dándome cuenta de lo que estaba planeando, pero lo deje continuar, para cuando estábamos afuera del submarino mi cuello tenia una marca muy notoria en él.

Mientras escuche como se quejaba por el sol, pero sin dejar de esconder su cara en mi cuello. Al llegar con los demás estos se quedaron impresionados por la posición en la que traía cargando a Luffy.

-Luffy veo que estas en buenas manos- la burla de Railey hizo reaccionar a Luffy quien solo se removió en mis brazos, para voltear a verlo.

-Oh viejo Railey, que alegría verlo- una pequeña sonrisa se mostró en sus labios hasta que se vio que recordó algo -mis nakamas, quedé de reunirme con ellos en tres días antes del ataque de el almirante y del tipo oso, ya pasaron los tres días, ¿aún no han llegado?- me sorprendió escuchar de eso, pero eso sería algo que preguntaría después.

-No luffy, aun no han llegado, pero justamente quería hablar de eso, sabes que si se reúnen de nuevo volverá a pasar lo mismo que con Kuma, pero esta vez será peor- entendí sus palabras y pude sentir como se tenso en mis brazos, me indicó que quería que lo bajara, y así lo hice.

-Lo se, soy débil por eso no pude protegerlos, aun no estamos listos para el nuevo mundo, no quiero perderlos como perdí a Ace- su rostro reflejaba tristeza e impotencia.

-Okey, eso está bien, en ese caso te propongo algo, yo te ayudare a ser más fuerte, te entrenare para que seas más fuerte y puedas proteger a todos- había mucha convicción en los ojos de Railey, una flama de vida que hace mucho no veía.

-¿Enserio harías eso, viejo Railey?- la emoción se escuchaba en su rostro, y rápidamente empezaron a planear como transmitir su mensaje a sus nakamas, tendría que volver a marinerford, pero no lo dejaría ir solo, así que me incluí en el plan, siendo Jimbei, Railey, yo y Luffy quienes íbamos a ir hasta allá.

Nos preparamos para el viaje hacia allá, los amigos de Jimbei nos ayudaron en el viaje, donde le di una nueva sesión de tratamiento a Luffy, dejando así solo la venda en su pecho, fue idea de Railey el tatuaje para dar el mensaje y nos repartimos el trabajo de entretener a los marines mientras Luffy llamaba la atención de los periodistas, marcando así el inicio de una nueva era.

Al terminar tome a Luffy mientras estaba en mi forma de Fenix, Jimbei y Railey nos siguieron. Salimos casi ilesos de lo que quedaba de Marineford, a excepcion de un golpe en la mejilla que se llevó Jimbei al distraerse en la retirada.

Por fin saliendo de ahí pude relajarme en el viaje de regreso, o así fue hasta que Railey empezó a hablar sobre los planes de entrenamiento, con ello me di cuenta de que le iba a enseñar como controlar su Haki, y también que ahora que ya estaba mejor, debía de resolver unos asuntos con mi tripulación, pero por ahora solo me enfocare de estar con él.

Se recargo en mi, poniendo su cabeza en mi pecho, mientras yo acariciaba su cabeza.En esos dos años de entrenamiento yo podría poner en orden a mis hermanos y darles la noticia de que ya no estaría con ellos, no quería decir que me uniría a los Mugiwara, pero si que no podría estar lejos de mi pequeño por mucho tiempo.