Tu y yo

Capitulo 10.

Después de salvarse de la furia de Law, debido a la distracción que hizo Bepo con tal de ayudarlos, ambos se sentaron en la arena, observando las estrellas, con tal de pasar el mayor tiempo posible juntos, antes de que Luffy vaya a entrenar y Marco tenga que ir con sus hermanos.

-Ver la luna contigo es un recuerdo que atesorare, puedo prometerlo-yoi - la voz de Marco rompió el silencio.

-No quiero que lo prometas, esta bien si lo olvidas, solo no te vayas de mi lado- la voz de luffy era sincera, pero el tono de tristeza permanecía aún en ella.

-No me iré para siempre de tu lado- el de la fruta mística dejo un beso en el cabello del otro -solo estaremos menos de tres meses separados, tu debes de entrenar sin distracciones, y yo tengo que ir a ver como están mis hermanos, ambos necesitamos esto- el mayor intentaba entrar en razón al menor.

-No quiero separarme de ti- el menor rodeo con sus brazos el torso del otro, haciendo fuerza para reforzar sus palabras -si te vas, puedo llegar a perderte, no quiero perderte a ti también- pequeñas lágrimas volvían a salir de la cara del menor.

-Amor, por favor mirame- con cuidado agarro entre sus manos el rostro del pelinegro - Voy a cuidarme, jamás quiero separarme de tu lado, eres mi complemento, pero tengo que ir, necesito ver a mis hermanos y tu necesitas entrenar, si quieres cumplir tu sueño y proteger a todos los que amas, debes ser el mejor-

-Esta... esta bien- el pequeño intentaba dejar de llorar, pero ni podía evitarlo, perder a su alma gemela sería un gran golpe, aun más considerando perder al único hermano que le quedaba -Solo cuídate, me esforzaré en el entrenamiento, pero cumple tu palabra y cuídate, no dejes que ellos hagan algo en lo que puedas salir lastimado-.

-Entonces, es un trato-yoi- nuevamente estaba ahí su particular forma de terminar una frase, una pequeña sonrisa se formó en su cara - yo me cuidare, mientras evito que mis hermanos hagan tonterías y tu entrenarás tu haki buscando dominarlo, ambos estaremos bien y dentro de menos de tres meses nos veremos- El rubio aclaro los acuerdos a los que ambos llegaban, y al terminar mostró una pequeña sonrisa, sabiendo que pasara lo que pasara no dejaría a su pequeño y menos ahora que lo tenia tan cerca.

-Es un trato- el corazón del pelinegro se sintió feliz, pues su otra mitad había dicho que no morirá tan fácil y estará con él, por eso tiene que ser fuerte, para proteger a sus nakamas y proteger a su ahora pareja - En menos de tres meses volveremos a encontrarnos, pase lo que pase, shishishishi- la hermosa sonrisa y la risa del pelinegro fue un consuelo para el rubio, pues sabía con ello que no habría ningún problema.

Se quedaron más tiempo abrazados, esa sería la última noche que pasarían juntos, ya que ambos partían al amanecer, por lo que el pelinegro tuvo la idea de besarle, nunca había dado un beso, pero que tan difícil puede ser, fue el pensamiento que recorrió la mente del chico.

Dejo de abrazar a su pareja y acercó su cara, mientras su corazón latía demasiado. El rubio se quedó confundido por el actuar del menor, pero no lo interrumpió. En especial porque quería ver hasta donde llegaba, y no era por morbo o algo asi, era para ver sus intenciones y dejar que el menor experimentará esas sensaciones, aunque ambos las experimentarian juntos, ya que no tenía ningún tipo de experiencia, y no porque no hubiera tenido oportunidades, si no simplemente porque no estaba interesado en tenerlas con alguien distinto a su alma gemela, ni siquiera en tenerlas como tal. Por ese pensamiento sus hermanos decían que el era un romántico empedernido, asexual y que moriría virgen.

Un suave rose en sus labios lo saco, de sus pensamientos, el beso era torpe pero a la vez transmitía ansiedad y miedo, por lo cual simplemente correspondió moviendo un poco sus labios para no asustarlo. El roce no duró más haya de 3 segundos, pero generó múltiples sentimientos en ambos.