3 +18

541 22 4
                                    

Harry

Gracias a Merlin, me dejaron quedarme en Hogwarts gracias a Dumbledore, que fue una ayuda inesperada.

Solo que ni siquiera me miro, lo llame pero no me hizo caso.

En estos momentos me encontraba sentado en las escaleras, estaba esperando a Mía, quería disculparme por lo de hace un rato, no se que me pasó.

Fue como si los celos se apoderarán de todo mi cuerpo, y algo dentro de mi simplemente explotó y no pude manejarlo.

Mía venía subiendo las escaleras y en cuanto me vio, me ignoro por completo y aceleró su paso.

-Espera Mía- la llamé sujetando su cintura -¿Podemos hablar?

Ella suspiro y se cruzó de brazos -¿Me vas a gritar?- sentí una vergüenza interna, la verdad estaba muy apenado por eso.

-No, solo quiero hablar de lo que nos pasó en la cocina.

-¿De lo que nos pasó? No sera lo que te paso, porque yo en ningún momento te levanté la voz Harry.

Está molesta porque sabe que tienes razón.

Pensé y sonreí para mis adentros.

-¿Que te está pasando Harry?- pregunto bajando un escalón y quedando más cerca mío.

-Nada, te quería pedir perdón por.... Gritar, enserio no se que me pasó.

-Bien, no te preocupes, ve a descansar, debes estar harto después de verle la cara a esos idiotas del ministerio.

¿Enserio? Ni siquiera me preguntó cómo estoy o como me fue, es obvio que no me importa.

-Me fue bien Mía, gracias por preocuparte por mi- dije en un tono sarcástico.

Ella se detuvo y me volteo a ver rodando los ojos -Ya se que te fue bien, Hermione me contó, sabía que no te iban a expulsar- me dió una sonrisa de boca cerrada y subió.

¿Por qué se comporta así? Ya me disculpé ¿Que más quiere de mi? O va a estar como Dumbledore ignorandome.

-Al menos podrías demostrar que te interesa un poco lo que me pase- dije cuando estaba cerca de ella.

-¿De que hablas?

-Si, lo que escuchas, deberías prestarme más atención.

Esa energía volvió a llenar mi cuerpo, una energía densa y oscura que hacia que mi mente se confundiera, y que una ira indescriptible se apoderará de mi cuerpo.

-Claro pero si se trata de Fred o de algún otro chico vas corriendo ¿No?

Mía tenía su vista fija en mi, no pude descifrar que quería decir su expresion, pero me inquietaba.

-A ti no hay quien te pueda entender, un rato estás bien y al otro mal, un día me quieres y al otro te comportas como un total ¡Patán!

-Tal vez nosotros no nos entendemos Mía, o tal vez tú no has hecho ni el mínimo esfuerzo en ponerte en mi lugar.

-Claro por qué tú siempre te pones en el mío ¿No? ¿Acaso me preguntaste en las últimas semanas como estoy, o como me siento?- Mía estaba con sus ojos vidriosos.

No pude responderle, no podía ser que de nuevo estemos peleando.

-No, no lo has hecho, no te has detenido ni un solo minuto a preguntarme si quiera si me siento bien.

Ella ya estaba lagrimeando, ¿Yo había provocado eso? ¿Acababa de colmar a mi chica?

-Porque en este mundo el único que tiene problemas graves eres tú, tu y solo tu Harry Potter- se froto su cara y se limpio las lágrimas -Quiero que me dejes sola, quiero que.... Simplemente entiendas que yo igual me siento mal, que yo también necesito espacio.

Amor Dulce/ Harry PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora