Sorpresa

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-Ya, ve a dormir, y deja de atormentar a tu pequeña cabecita con cosas e ideas que no existen -dice Maggi a manera de despedida en el umbral de su puerta.

-Sí, ya, iré a dormir -termina con un suspiro Giinay.

Margarita le regala un abrazo a su amiga y entra a su casa. Giin sigue caminando hasta llegar a la propia, saca las llaves de su mochila y abre la puerta. Una vez dentro avisa a su madre de su llegada y sube a su habitación a tomar las cosas necesarias para poder ducharse.

Al encender la luz y poder ver su habitación Giinay abre los ojos de una manera desmesurada, incluso deja salir un grito de sorpresa.

Sobre su cama hay un ramo de flores, rosas para ser precisos. Son muy bellas, aunque la chica haya dicho en varias ocasiones que le parece que las rosas son las flores más comunes y sin chiste del mundo, el hecho de que sea Said el que se las ha regalado compensa todo; y bien podría decir que sus flores son las más hermosas y especiales de toda la galaxia.

Esperen un segundo, ¿ha sido Said el del regalo? Sobre la cama también hay un sobre blanco. Giin lo toma y saca el contenido, es una dedicatoria que dice: “Olvidé las flores, y no puedo pedirte ser mi chica sin flores, ahora que ya las tienes ¿quieres ser mí novia?” –S.

La arpista busca su celular en su mochila, antes de poder encontrarlo este empieza a sonar con el tono prestablecido de Said. El sonido le facilita la búsqueda un poco.

-Sí

-¿Sí?

-¡Sí! Si quiero

-¿Sí quieres qué? -¿le está tomando el pelo?

-Que si quiero que tú y yo… -suspira.

-Tú y yo…

-Solo quieres escucharlo de mí ¿cierto?

-Hummm, puede que sí, pero anda, dime que es lo que sí quieres.

-Ugh, me haces sonrojar sin siquiera estar conmigo -se escucha una risa del otro lado de la línea-. Bueno, todo sea por amor: Yo si quiero ser tu novia.

-Me alegra escuchar eso, ¿te han gustado las flores?

Hasta ese momento Giinay no se había percatado de que había otros tres arreglos de flores más, uno en cada mesita de noche y otro en el tocador. Todo son de rosas, pero de distintos colores y tamaños.

-¡Wow! solo había prestado atención en el que está sobre mi cama, pero los otro también son hermosos -se acerca a su tocador y examina el arreglo florar que está ahí.

-No podía ser menos tratándose de ti, tenían que ser las mejores flores de la ciudad -de nuevo la arpista se sonroja.

-Entonces debiste ir al jardín de mi abuelita, sus rosas son las más bellas que jamás encontrarás.

-Lo tendré presente para una siguiente ocasión -¿otra vez rosas?

-Tengo que entrar a bañarme ahora o si no mi cabello nunca secará, ¿hablamos en un momento?

-Sí, no te preocupes. Te quiero Giin.

-Y yo a ti.

Deja el celular el su tocador, y se mete al baño a ducharse.

Cuando regresa por su celular se encuentra con un mensaje de Said que le hace sonreír como tonta hasta que llega a la cocina a cenar.

-¿Seguirás sin decirme quién es tu novio? -la sonrisa de Giinay se desvanece- hermana, él es mi mejor amigo, yo ya lo sabía.

La libreta de GiinayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora