Le he invertido mucha imaginación en las cubiertas del cuaderno, espero salga algo bueno de eso.
Es todo lo que Giinay escribió debajo de la solitaria palabra después de una hora de bastante frustración. No lograba hacer que las frases salieran con naturalidad, no conseguía nisiquiera expulsar una sola palabra de su mente.
Simplemente su inspiración fue absorbida por el esfuerzo que le tomó crear las bellas tapas de su libreta.
Y así lo dejo por casi una semana, en la que sintió que su vida era tan monótona, que simplemente nada llegaba a inspirarla.
Aclaremos algo, ella solo sintió que su vida monótonano, pero para nada tenía razón. Imagina que en un solo día debes ir a la escuela, hacer tus tareas, comer y haber ejercicio; todo bien, pero si a eso le sumamos lecciones de arpa en el instituto, una hora diaria de practica, acompañar a tu hermana a sus clases de ballet, las curiosidades que hayas pasado o visto en el día y dormir. Sin duda no hay tiempo para detenerte y escribir, tal vez era falta de tiempo y no de inspiración. Pero Giinay se empeñaba en decir que su vida era monótona. Igual y solo le gustaba esa palabra.
Irónicamente, fue una fila de hormigas, que pasaba por la puerta de su casa, lo que logró reavivar a esa Giinay llena de imaginación.
Ella escribió lo siguiente:
Las hojas caen pesadas sobre las espaldas de las hormigas. Pero ella no se caen, sino que, al contrario, ellas pueden con 10 veces su peso.
Entonces me pregunto "¿Por qué él dijo no poder con está carga tan pesada y lo mandó todo al carajo? ¿Cual era la carga que tanto le pesaba?" Hablo en pasado, porque ya no más, hace tres meses cortó todo lazo con este mundo, con mi mundo.
Y me dejó.
Sola.
Con dudas.
Algún día cobraré venganza y dejaré a algún otro con las dudas.La misma Giinay se asombamó de lo oscuro y deprimente que lucían aquellas palabras, pero así eran sus momentos de escritora, de lo más diverso, sin sentido aparente, y para nada semejantes a su realidad.

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La libreta de Giinay
AléatoireEs extraña la manera en que la cosas pueden ocurrir y poner de cabeza tu mundo sin siquiera lo notes; haciéndote un extraña a quienes en verdad te conocen.