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Mew y el padre de Alex se dirigieron al departamento del antes mencionado. Los dos iban demasiado preocupados, uno por la  reacción de su bebé y como lo iba a tomar y el otro no sabía si Gulf le iba a creer o lo iba a perdonar.

Mew notó eso.

—No tiene que preocuparse, Gulf es comprensivo y sé que entenderá su situación. Créame Gulf es muy tierno y normalmente él no se enoja fácilmente, pero cuando se enoja da miedo.

El padre de Gulf se preocupó más.

—No se preocupe,  Señor Kanawut, él lo perdonara.

—Eso espero, hijo.

Continuaron en silencio, estaban a unos 10 minutos del departamento.

Por otro lado, Gulf estaba con una de las camisas grandes de Mew y un pantalón flojo. Estaba triste, jodidamente triste. Mew se había desaparecido toda la tarde y ni siquiera le había dejado ningún maldito mensaje.

Tenía hambre, pero no quería nada de lo que había en casa. Él quería pollo frito. No le iba a escribir a Mew porque si algo le había aprendido al novio que tenía era que el orgullo no se lastimaba.

—Tú puedes, Gulf. El lugar más cercano está a 4 calles, solo debes bajar las escaleras e ir ahí y pedir pollo frito. Fácil. Lo que no es fácil son las malditas escaleras.

Con mucho cuidado se colocó unas zapatillas y se dispuso a salir. Bajando con cuidado las escaleras.

Estaba molesto con Mew sí, pero también quería saber si estaba bien, si había ocurrido algo o si ya lo había abandonado.

Para su sorpresa la persona que más resonaba en su cabeza venía subiendo las escaleras pero no fue eso lo que le sorprendió.

Lo que le sorprendió es que venía acompañado de un señor que jamás había visto pero que se le hacía extrañamente familiar.

—Mew...

Mew se apresuró a llegar donde su bebé y darle un beso en sus labios, cuando vio que fue suficiente terminó el beso, dejando uno en la frente.

—¿A dónde ibas bebé?

—Comida, tu hijo tiene hambre, Mewnie.

—¿H-hijo? ¿Estás esperando uno?

El padre de Gulf no lo podía creer, estaba demasiado feliz pero al parecer Gulf no compartía el mismo sentimiento.

—¿Quién es usted?

Mew debía intervenir, no iban a tener esa plática en las escaleras.

—¿Qué tal si subimos y hablamos allá?

—No.

Gulf no quería hablar con nadie, quería comer, bueno, su hijo o hija quería comer. A Mew se le ocurrió una idea excelente,  bendecía a la tecnología.

—Ya he pedido bebé, mira, en 15 minutos traerán tu comida.

Gulf asintió porque en realidad le intrigaba saber quién era ese señor que lo veía con ojos llenos de emoción.

Regresando al apartamento Mew dejó entrar primero a Gulf, que en cuanto llegó dejó los zapatos ahí, Mew sonrió por eso. El Señor Kanawut se había quedado afuera, Mew amablemente lo invitó a pasar.

—Gracias, hijo.

—Puede sentarse en la sala, solo debo hablar con Gulf antes.

El Señor Kanawut asintió.

—De acuerdo y nuevamente gracias, Mew.

—No hay de qué, usted tenía y tiene razón.

El Señor Kanawut estaba un poco confundido.

—"Todos somos el villano en una historia mal contada."

Mew relató las mismas palabras que anteriormente él le había dicho, le regaló una última sonrisa y se dirigió a la sala.

—Gulf, mi amor, ven.

Mew se dirigió a la habitación donde tenía su oficina y se sentó en el pequeño mueble que tenía ahí.

El menor obedeció y cuando llegó lo primero que hizo fue ir y sentarse a horcajadas del mayor.

—¿Me dirás quién es el señor que me ve como si fuera un cachorro?

—No, pero te prepararé para que escuches lo que él tenga que decirte.

Gulf se acomodó mejor en el regazo de Mew.

—Te escucho.

A Mew se le hizo tierno como Gulf estaba sentado sobre él, colocó sus manos en la pancita del contrario y comenzó a acariciarla.

—Muy bien, ¿Recuerdas a Claire?

Gulf cambió su semblante al escuchar el nombre de "su madre", no quería volver a verla. Cada vez que la bloqueaba de un número, ella se conseguía otro y le seguía acosando, pero eso Mew no tenía que saberlo.

—Gulf, ¿qué pensarías si en verdad tu padre jamás te abandonó?

—¿Qué quieres decir?

—¿Qué tal si tu le fuiste arrebatado?

Gulf no sabía que decir y tampoco sabía porqué Mew le estaba diciendo todas esas cosas.

—Mira, sé que probablemente va a ser difícil para ti pero quiero que sepas que siempre estaré para ti y siempre me tendrás a tu lado.

—Mew, me asustas.

Mew tal vez debía ser más directo, así que lo próximo que Gulf escuchó casi lo hace desmayarse.

—Gulf, él es tu padre.

Gulf iba a llorar y esta vez no era culpa de las hormonas. Mew vio la reacción de Gulf y le dio un beso en la frente.

—Sé como te sientes, bebé pero creo que deberías escuchar lo que tiene que decir. No te obligaré a nada, Gulf. Si tú no lo quieres ver o escuchar entonces le diré que se vaya, ¿está bien?

Gulf asintió aún asimilando lo dicho por Mew.

—¿Quieres hablar con él y escuchar lo que tiene que decirte?

Gulf asintió.

—Pero no me vayas a dejar a solas con él, Mew. Te quiero ahí conmigo.

Mew río y aceptó, Gulf era muy valiente por hacer eso y de ahora en adelante se aseguraría de que siempre estuviera feliz.

Saliendo de la oficina, pudieron ver al padre de Gulf ahí sentado en el sofá con una cara de angustia y preocupación. Gulf llegó y se sentó en el mueble individual que yacía a la par del sofá donde se encontraba su padre, Mew le siguió pero este se sentó en el respaldar del sofá donde Gulf estaba.

—¿Así que usted es mi papá?

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Hola ranitas! SHAAAAN SHAAAAN SHAAAAAN. Ya se va viniendo lo bueno en la historia y eso que estamos a pocos capítulos de acabarla. Miren ando actualizando así, de poquito a poquito, así que cuando menos se lo esperen tendrán esa actualización que tanto quieren. Espero que el capítulo de hoy les haya gustado y que estén disfrutando de la lectura.

¿Qué le está gustando más de la historia?

♡♡♡disfrútenla♡♡♡

Lqmranitas <3.

¡Nos leemos pronto!





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