Capítulo 4

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DISCLAIMER: Los personajes no me pertenecen pero la historia sí, por lo que NO AUTORIZO para que esta se modifique o publique en otro lugar. Sólo publico en Fanfiction y Wattpad, si encuentran mis historias en otros lugares y con otros personajes que no sean de Inuyasha entonces es PLAGIO.

Capítulo 4:

Se quedó paralizada al sentir los labios cálidos posados fuertemente sobre los suyos, su mano tomando su cara y los ojos cerrados... Parecía que todo a su alrededor se detenía. Unos segundos tal vez pero que fueron eternos. Una ola de vergüenza y rabia se apoderó de ella que tenía los ojos muy abiertos para posar sus manos sobre el pecho de él y empujarlo tan fuertemente que el chico cayó sentado sobre la cancha. Se escucharon risas estruendosas en todo el gimnasio y Kagome miró a su alrededor viendo la burla a la que estaba siendo expuesta. Sus ojos miraron luego al chico que aún yacía sentado en el suelo con una semi sonrisa, triunfal.

-    ¡Eres un maldito!- Le dijo rencorosa, mientras se volteaba y salía rápidamente del lugar. En ese momento Kouga corrió hasta él y lo levantó fuertemente de la polera.

-    Maldito desgraciado, ¡toma esto!.- Y en ese momento Kouga le pegó un feroz golpe en la cara que partió sus labios, haciendo que de ellos brotara un hilillo de sangre. Inuyasha se quedó estático sin responder y luego Kouga corrió tras de Kagome.

-    No deberías haber hecho eso.- Dijo Tsubaki poniendo un dedo en sus labios como tratando de retener la sangre, pero su mano fue esquivada de mala manera por el chico.

-    Sólo estaba jugando.- Dijo como si nada, pasándose la mano por la boca quitándose la sangre.

-    ¿Un juego?

-    Sólo quería saber si ella en verdad no sentiría nada.

*********

Aquel día todos comentaron riendo de lo que el chico había hecho. ¿Porqué había actuado así? Tsubaki se encargó de aclarar las dudas.

-    Sólo quería comprobar si es un témpano de hielo- Dijo riendo.

Las actividades extra - programáticas se siguieron realizando en la Universidad pero nadie vio en lo que quedaba del día a Kagome. Kouga también había desaparecido.

-    Debe estar con ella. El muy bobo esta enamorado desde hace mucho.

-    ¡Eso no es cierto!! Kouga no esta enamorado de ella- Protestó Ayame. Tsubaki sonrió a Inuyasha cerrando un ojo.

-    No, para nada... - Dijo riendo. Todos ahora estaban disfrutando de un pequeño banquete en la gran casa de Tsubaki. Inuyasha bebía un poco de agua pero aún sentía el ardor de sus labios. Estaba confundido. No sabía si era por el golpe o los labios de Kagome.

Cuando volvió a su pequeño departamento, abrió la puerta lentamente aún teniendo en su mente el rostro de odio de ella: "Eres un maldito". Suspiró cansadamente y se tendió en el sillón.

-    Miroku... creo que no fue una buena broma... - Se dijo en un murmullo casi con reproche.

********

Lo que quedaba de la semana sólo fueron actividades de aniversario de la Universidad, por tal motivo, las clases se habían suspendido. Al volver el día lunes en la mañana, todos comentaron lo bueno que habían sido las competencias y el descanso que había tenido. Inuyasha, por haber realizado aquella cruel broma se ganó la simpatía de casi todos los del curso, especialmente el de las chicas, que siempre envidiaban a Kagome. Cuando entró Kouga al salón los murmullos cesaron inesperadamente. Inuyasha que conversaba animadamente lo miró y el chico de ojos azules le dio una temible mirada asesina, más temible que la que él mismo le daba a Miroku o Sesshomaru. Pero Kouga no dijo nada y se sentó ignorando las llamadas que Ayame le daba para que se sentara a su lado.

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