Capítulo 11

264 40 16
                                    

DISCLAIMER: Los personajes no me pertenecen pero la historia sí, por lo que NO AUTORIZO para que esta se modifique o publique en otro lugar. Sólo publico en Fanfiction y Wattpad, si encuentran mis historias en otros lugares y con otros personajes que no sean de Inuyasha entonces es PLAGIO.

Capítulo 11:

Al entrar nuevamente al aula, Kagome miró a Kouga aún sentado al lado de su puesto, pero su mirada estaba perdida. Respiró hondamente y se acercó sin decir nada para tomar sus cosas y alejarse de ahí. Inuyasha al rato entró e hizo lo mismo, pero Tsubaki lo retuvo.

- No asististe a la clase del profesor de Leyendas.- Dijo mirando de reojo a Kagome que se había quedado parada en la puerta mirándolos, luego ella se marchó.

- No, estaba ocupado.- Dijo el chico secamente sin mirarla mientras colocaba rápidamente los cuadernos dentro de su mochila.

- ¿Estas apurado??- Preguntó maliciosamente.- Me gustaría que me acompañaras a casa, estoy un poco apurada y como tú tienes moto...

Exasperado echó un rápido vistazo hacia la puerta y al darse cuenta que Kagome se había marchado apenas le habló.

- No, no puedo.- Respondió fríamente mientras salía corriendo del aula, dejando a la chica totalmente desconcertada. ¡Pero quien se creía para dejarla así!!

- ¿Aún te duele?- Preguntó preocupado al alcanzarla unas cuantas cuadras abajo, caminando rumbo a su casa.

- Un poco- Mintió. La verdad es que el dolor era bastante intenso y como una manera de reconfortarse mantenía la mano muy apegada a su pecho en busca de calor, mientras la sostenía con la otra.

- Sube, te llevaré al médico.

- No, no hace falta- Respondió ella y siguió caminando. Inuyasha la siguió en la moto.

- Vamos, te llevaré al medico de mi familia.- Dijo él con tono conciliador, tratando de convencerla. Kagome se detuvo nuevamente.

- Esto no es nada, Inuyasha.

El chico se dio cuenta que las palabras firmes de ella le revelaban que no iba a hacerle caso.

- Pero me preocupas- Respondió casi desesperado. La chica abrió los ojos sorprendida, luego una pequeña sonrisa se dibujó en sus labios.

- No moriré de esto, te lo aseguro.

Frustrado sonrió un poco ante sus prudentes palabras.

- Bueno... creo que no lograré convencerte y tampoco podría llevarte a la fuerza... - Dijo casi en un lamento que bien provocó una pequeña carcajada de la chica.

- ¿Serías capaz de forzarme???- Preguntó sorprendida. Inuyasha levantó una ceja graciosamente.

- ¿Acaso lo dudas??- Respondió casi en un susurro.

Claro que no lo dudaba, si era el chico más persistente que había conocido en su vida... si sólo bastaba en recordar las veces en que le arrebató un inesperado beso.

- No, no lo dudo.- Sonrió cómplice. Era como si aquel juego de palabras se estuviera de pronto convirtiendo en algo más que eso. Era como si a través de gestos y miradas se estuvieran mandando mensajes de querer tal vez ahondar más su naciente relación. Estaban pensando lo mismo.

Kagome se sonrojó de pronto, despertando y dándose cuenta de aquel jueguito que estaba siguiendo, movió la cabeza nerviosa y luego lo miró seriamente.

Corazón de PiedraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora