«0.2 Una bala de sangre»
(~‾▿‾)~
Un zumbido pasó rozando la oreja de la castaña, mientras está no paraba de maldecir entre regañadientes.
- ¡No queremos hacerte daño! - exclamó el hombre que había disparado la bala.
Y entonces sin esperarse Macke soltó una risa sarcástica, que dejó desconcertado a todos.
- ¿No queréis hacerme daño, pero me intentáis matar? - suelta la castaña secamente.
- Nos asustamos - intervino otra voz, está se escuchaba más ¿Joven?
- Me da igual - sentenció con seguridad ésta, mientras se movía con sigilo entre las estanterías del supermercado.
Cada vez que veía algo de utilidad por el suelo, lo cogía y se lo metía en la mochila la cuál ya empezaba a pesar más.
Y entonces otro disparo se oyó, pero está vez los causantes de ello no fueron con los que minutos antes había hablado la castaña.
Sin embargo esta bala si la dio, dejando un gran hueco en su hombro derecho.
- ¿Pero qué mierda? - pronunció con furia, mientras se colocaba de pie - dejándose a la vista -.
Cogió rápidamente su ametralladora y dándose paso entre el grupito salió de la tienda.
- ¡Haber hijo de puta! - exclamó la castaña apuntando a otro hombre enfrente de ella - ¿Quién te crees? - le preguntó con rabia apunto de disparar.
Y algo que desconcertó a la chica fue como el grupito de detrás de ella se ponía en defensa contra el mismo hombre.
- ¿Quién eres? - preguntó el primero que me había disparado.
- ¿Quién eres tú? - preguntó el otro en forma de respuesta.
Y el tonto va y le responde.
- Rick Grimes - se presentó el que hace minutos antes me había dicho que no me quería matar.
- Paulo - se presentó el imbécil al que apuntaba.
- Bien Paul - digo apretando la mandíbula - Se puede saber ¿por qué coño me has disparado? - le pregunto perdiendo los estribos.
- Pareces mala persona, es lo que debía hacer - fue lo único que dijo, mientras subía y bajaba sus hombros.
Cabron.
Yo a éste si que le voy a matar, me dije a mi misma mientras soltaba la pistola y me tiraba encima de él.
Ya tirados - yo encima de él - le empecé a pegar puñetazos hasta que unos fuertes brazos me cogieron de la cintura y me apartaron del cadáver que había dejado.
- ¿Qué coño? - pronunció el que me agarraba.
- ¿Está muerto? - preguntó el asiático que estaba a escasos metros de mí, mientras miraba al Ricardo tomar el pulso del cadáver digo Paul o Paulo, como se llamé, dije rindiendome en mi mente.
Él nombrado - Ricardo - le tomo el pulso de Paulo, al notar que no tenía pulso negó a sus compañeros.
- Está muerto - afirmó mientras se dirigía a mí.
- Suéltame - demandé al hombre de brazos musculados que me agarraba.
- No - me respondió este mismo.
- ¿Quién eres? - me preguntó serio Rick a escasos metros de mí.
- Me llamo no te importa - le respondí con una sonrisa.
- Mira niña no tenemos todo el tiempo ¿Quién eres? - me volvió a preguntar el que segundos antes me agarraba.
- Macke - dije aburrida mientras volvía a coger mi ametralladora, pero una ballesta me lo impidió - la cuál me apuntaba -.
- Ni se te ocurra - dijo mirando fijamente.
Levanté mis brazos en forma de paz y eche una vista a mi alrededor para ver cuántos eran.
Tres hombres.
Esto va a ser divertido, se dijo ella misma en la mente mientras veía como esos mismos tres hombres discutían.
- Solo es una chica - demandó el asiático con desesperación.
- Debemos matarla, Glenn, no nos queda de otra - le respondió Rick mientras apoyaba una de sus manos en el hombro de Glenn.
- Reclutala - mencionó el arquero, mientras me pasaba una mirada amenazante.
- ¿Has visto lo que ha hecho con este hombre? - le preguntó Rick a sus compañeros mientras señalaba el cadáver.
- Nos puede ser de utilidad - sentenció Glenn.
- El chino tiene razón - dijo el arquero que ahora miraba a su líder.
- No - pronunció Rick con seguridad.
Y vamos de nuevo, pensé mientras veía como volvían a discutir del mismo asunto.
Cansada y aburrida, me senté en una roca un poco alejada de ellos, mientras no le quitaba la mirada de encima.
Ni siquiera se han dado cuenta de que estoy aquí, pensé mientras una sonrisa maliciosa salía de mis labios.
La castaña al ver que nadie anda pendiente de ella se adentra con paso acelerado por el bosque, solo buscando un objetivo, Beacon.
¿Dónde te metiste maldito?, dijo ella mientras le buscaba.
Y entonces como si lo hubiese llamado, él apareció delante de ella, exhausto, por la tremenda corrida que debió hacer al notar el peligro que corría su dueña.
- Vamos - dijo la chica mientras volvía a correr intentando alejarse del lugar donde la habían raptado.
Pero ya era demasiado tarde, el grupo de hombres se dio cuenta de la falta de ausencia de la castaña y siguieron sus huellas hasta encontrarla corriendo por los árboles.
Pero de algo que no se habían dado cuenta, era del enorme tigre que iba a escasos metros de la castaña, imitando su misma acción, correr.
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Sin aliento ™️ [Daryl Dixon]
ParanormalNo sabes lo fuerte que eres hasta que ser fuerte es la única opción que tienes. Bob Marley ©2022 | @Orrintorinlogolo