Sin aliento ™️ [Daryl Dixon]

→ 6. The wise life

«0.6 La sabía vida»

✧\(>o<)ﾉ✧

Narra Macke.

Mi mirada pasó de Rick a la mujer mencionada.

- Yo no empecé - le digo seriamente sin mirarle - Él me provocó - resalté.

- Te vi pegándolo - recalcó con odio.

- Y yo te vuelvo a repetir que él me provocó - digo cansada de la situación.

- Aunque te haya molestado no es excusa para pegarle - intervino Rick mirándome con el ceño fruncido.

Me quedó mirándolo fijamente, mientras él solo se rasca la cabeza nervioso.

- Dilo - suelto de repente, haciendo que él se sorprenda.

- Estás fuera del grupo - anunció serio, mientras miraba a todo su grupo - Eres un peligro, no debí traerte - confesó.

- Si fuera un peligro, el maldito ese estaría muerto - le digo mientras cojo mi mochila de la esquina de la sala.

Antes de irme, les hecho un vistazo a todos y empiezo a reír.

Acabarán muertos, pensé mientras salía de la casa.

Ya fuera, me adentré en el bosque siguiendo el rastro que Beacon había dejado.

No tarde mucho, cuando vi ese pelaje tan característico de él.

- Amigo - le llamó.

Inmediatamente al oír mi voz él se gira a mi dirección y avanza hasta ponerse a mi lado.

Su cara de confusión por verme hay, hace que le informe de nuestra nueva posición.

- No echaron - le anunció andando todo recto.

Él tarda unos segundos en procesar esa información, para luego correr hasta mi lado.

Pasamos unas cuántas horas por el bosque hasta que llegamos a la carretera, ya allí pensé en que camino escoger.

Derecha, Washington.

Izquierda, Atlanta.

Después de un rato pensándolo, me dirijo hacia la derecha con paso cansado.

Otra vez solos, pienso mientras arrastro mi bate por el asfalto de la carretera.

Algo brillante a pocos metros de mí, llama mi atención.

- ¿Qué carajos? - digo al ver la preciosidad que tengo delante.

Una Damon HyperFighter en perfecto estado.

Con esperanza la cojo y compruebo si están las llaves, al verlas tiradas debajo de ésta, un brillo cruza mis ojos.

Rápidamente las cojo y las meto en el contacto.

Y por arte de magia la moto se enciende. Todavía esperanzada compruebo la gasolina y veo que va por medio depósito.

Me echó a reír de satisfacción y me dirigo subida en ella hacía un coche varado en la cuneta.

Ya estando a su lado le saco la gasolina y se la traspasó a la moto.

Al ver que ya se había llenado, me separó del coche y miró a mi tigre.

- Puedes irte - le digo y él sale corriendo bosque adentro.

Feliz conduzco no muy lejos de donde dejé a Beacon, pero si lo suficiente para ver un pequeño pueblo.

Y entonces recuerdo que necesito conseguir comida, porque desde que estaba en el grupo de Rick, en él cuál no había estado ni 24 horas, las reservas se me habían acabado; y como si estuvieran de acuerdo mis tripas rugieron.

Hice rugir la moto y aceleré a toda prisa hacia el pueblo delante de mí.

Ya allí dejé aparcada la moto y me adentré en un supermercado.

Cogí todo lo necesario y me volví a subir a la moto.

Ningún caminante, pienso mientras veo cómo todo el pueblo está desierto, raro.

Vuelvo por donde había venido, mientras buscaba a Beacon con mi mirada.

Cada vez estoy más cerca de la granja, pienso al verme otra vez en el lugar donde había encontrado esta preciosidad.

Iba pensando en eso, cuando de repente Beacon sale del bosque y se pone en medio de la carretera.

- ¡Idiota! - gritó frenando como puedo la moto, ya que al estar tan cerca me era más difícil.

Al final cuando lo consigo quedamos a escasos metros.

Él me echa un rugido y yo le doy una mirada retadora.

- Du bist dumm? - le pregunto en mi idioma natal.  [ ¿Eres estúpido? ]

Me mira ladeando su cabeza, y luego me echa una mirada despectiva.

Oh, genial acabo de dañar sentimentalmente a un tigre, digo sarcásticamente en mi mente.

Después de ese "percance" con mi tigre, me siento en el asfalto apoyando mi espalda en la moto.

Solo un descanso, me intento convencer mientras notó los chorros de sudor por mi cara.

Asqueada me limpio con mi suéter y saco una botella de agua del bolso.

Cuando pego un sorbo, un recuerdo me viene a la mente.

El arco, me digo mentalmente mientras me levanto a toda prisa.

Ya de pie busco justo el árbol en el que lo escondí alejándome un poco de la carretera.

- Bingo - digo al ver el árbol.

Trepó por él y entonces lo veo.

- ¡Mi amor! - chilló mientras lo cojo y abrazo.

Salto al suelo y lo engancho a la mochila, ya lista me vuelvo a dirigir hacia la carretera.

Ya allí me subo a la moto y vuelvo a repasar mi plan.

Ir a Washington, ver cómo está el panorama, si está bien me quedo, sino a las montañas, me digo mentalmente.

Pero antes de que pusiese rumbo a mi destino, muchos disparos acompañados de gritos inundan el bosque.

Viene de la granja, me digo a mi misma mirando el camino que lleva hasta allá.

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La Damon HyperFighter:

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