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PIEDRA INCRUSTADA
╰══════•>✾<•══════╯↬†ஓீۣۣۣۣ፝ۜ፝ۜ͜͜͡͡ —Vamos, Ikaris. Levántate del suelo y ven a pelear. No que el eterno más fuerte eras tú—se burló Selene mientras que con pasos lentos se acercaba a un derrotado Ikaris.
Él nuevamente utilizó su poder en ella, teniendo la esperanza de que la retrace aunque sea un poco; sin embargo, como las otras veces, el efecto de su poder no hizo nada en ella. Era como si toda la capa brillante en ella fuera su escudo personal.
—Te consideraba mi familia, ¿sabes? Mi hermano—murmuró la eterna mientras su mano sujetaba la muñeca del eterno, quien inmediatamente gritó al sentir el calor en esa zona—. No me importaba si no me caías bien. No me importaba si nuestra relación no era como los demás. YO... te consideraba mi familia.
—¡Basta!—gritó él, y con un impulso se deshizo del agarre y se alejó de ella. Tocando su quemada muñeca—¡Era algo que tenía que hacer!
—¡Era como nuestra madre! ¡Era mi madre!
Es dolor en su voz demostraba cuan dolida estaba. Se acercó hacia él y murmuró con decepción. Porque lo peor es que no estaba enojada, sino decepcionada por alguien quien mucho tiempo creyó que era su familia.
—Por Ajak, Gilgamesh y Druig.
—¡Yo no mate a Gilgamesh!
—¡Tú nos reuniste y él acabo muerto, para después tú traicionarnos!
Selene levantó su mano, dispuesta a mandar un rayo de luz directo al corazón del eterno. Estaba dispuesta hacerlo, pues le a dolido como la mierda la muerte de Druig. Se encuentra fatal en estos momentos. Y lo único que piensa es en acabar con la vida del hombre que está enfrente suyo.
Sin embargo, justo cuando está apunto de disparar, la imagen de Ikaris se va desintegrando como hace años Thom desapareció cuando sucedió el chasquido. Pero sabe que no puede ser esa la causa de la desaparición del eterno, así que con enojo grita:
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|I Loved You| Druig ✓
Hayran KurguILY | ❝El amor que tú me diste no lo quiero recordar❞ Druig quedo fascinado con Selene desde la primera vez que la vio. La conoció y se enamoró perdidamente de ella. Pero solo bastaron las palabras y las acciones para que aquella peliblanca s...