Capitulo 3

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2017

Habíamos logrado ahorrar lo suficiente para tener entradas en primera fila del concierto que iba a dar Sebastián en Medellín, por cierto, ya acabé mi carrera de psicología y empecé a trabajar hace relativamente poco.

Hoy iba a ser su concierto, lo cual nos tenía muy emocionadas a todas y a mi un poco nerviosa de saber que, si tenía suerte, me lo iba a encontrar, ayer fuimos al aeropuerto a ver si nos lo encontrábamos pero no tuvimos suerte, ya que salió por otra puerta y no lo pudimos alcanzar.

El concierto estuvo muy bien, pero cuándo cantó como mirarte, como estábamos en primera fila, hicimos contacto visual unos segundos, yo esperé que no me reconociera y todo siguió bien.

Salimos y teníamos un plan, esperar a que el saliera, para eso necesitábamos encontrar la puerta por donde salían los artistas, lo cual nos tardo mucho y en un momento pensé que no lo íbamos a lograr pero nos encontramos a un par de chicas y les preguntamos si estaban esperando algo, ya que estaban paradas en frente de una puerta y nos dijeron que el padre de una de ellas trabajaba en conciertos de acá y sabía que por aquí salían la mayoría de artistas así que con un poco de suerte todavía no había salido y lo podíamos encontrar

Narra Sebas

Uno de mis primeros shows y en mi casa, en Medellín. Ver a tanta gente reunida para verme es una sensación preciosa, estoy logrando mis sueños y aquello me tiene muy feliz

Estaba cantando como mírate y de repente la veo, es ella, esta ahí, hacemos contacto visual y desvío mi vista, un segundo más y se me olvida todo, por suerte no pasó, supe controlar mis nervios y seguí cantando.

...

— Es ella, te lo digo en serio Robert

— Quizá es solo una chica que se parece y estás alucinando, a parte suena lógico, estas en Medellín, esa canción es para ella, como casi todas tus canciones, y los nervios del escenario.— empezó a decir y ya me estaba creyendo la idea de que era un error mío hasta que la vuelvo a ver, por la ventana del pasillo, la cual gracias al tipo de vidrio que tiene yo la puedo ver y ella no a mi, con un montón de chicas justo en la puerta por donde se supone vamos a salir en unos instantes.

—No, ahí está.— le digo a mi manager y lo detengo

—¿Y ahora que hacemos?

—No se, distráelas, y si no se van llamamos a alguien para ver si podemos salir por alguna otra puerta.—le digo

— O mejor sales, hablas con ella y le dices la verdad

— Claro, Robert, que ingenioso eres, hola ¿cómo estás? Bueno, te cuento porque me fui de un día para otro sin decirte nada, hace 3 años, siendo que es algo que tú mismo ocasionaste.

— No me eches la culpa a mi solo, y yo nunca te dije que no se lo dijeras, ella lo hubiera entendido

— Si, pero yo no, yo no podía hacerlo sabiendo que hubiera aceptado, sabiendo que no la podía ver y sabiendo que la última vez que la vería la vería llorando. No podía, por eso deje que las cosas fueran así, que la última vez que la viera fuera sonriendo, y con ese brillo en los ojos, y ahora la estoy viendo de nuevo, si, nerviosa, pero no llorando, así que mas vale que vayas y les digas que salí por otra puerta o lo primero que se te ocurra.— dije y lo mande hacia la puerta.

Narra Katherine

—Hola ¿a quien esperan?— nos preguntó un señor

—A Sebastián Yatra.— dijimos todas al unísono

—Uhh, lo siento mucho chicas, pero ya se fue a su hotel, hubiera sido muy feliz de conocerlas y tomarse fotos con ustedes, lo lamento ¿quieren que las acompañe a la salida?— nos dijo y simplemente nos fuimos de ahí

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Dharma | Sebastián Yatra Donde viven las historias. Descúbrelo ahora