A ti que me perdiste.

Para cuándo te vuelva a ver. #8

-Lucas, gracias al hecho de que me enseñaste este truco te ganas en honor de ser mi razón de vivir ahora mismo. Tu y las manzanas.

-Muy linda pero no quiero ser tu razón para vivir.

Le tire la manzana mordida en mi mano a la cara pero la esquivo y imaginé el círculo tomando otra manzana.

-No te estaba preguntando, tonto.

-¿No quieres salir de aquí?

-La verdad no, esta es una habitación de la realeza. Las ratas son mis criadas y tú mi hada madrina.

Se lanzó a mi cabeza y jugueteo con mi cabello de forma molesta.

-¿Quien es tu hada madrina? Eh

-¡Basta, Basta! Jajajajaja ¡Lucas!

-Pero que cabello tan sucio, hace cuánto que no te bañas.

Sacudió sus manos como si fuera asqueroso y tenía intenciones de tirarle el pan seco de hoy pero... Meh mejor si se lo tiró, se lo tire en toda su cara.

-Lamento tanto mi estado, es que el agua no llega a mi habitación real desde hace tiempo. Cuando llame a mis ratas les voy a decir que arreglen los conductos.

-Al parecer las ratas son más productivas que tú.

-Te tiraría mi pan pero ya te lo tire.

-¿Cuál es tu pasión por tirarle cosas a esta hermosura?

Me olfatie la desgastada bata que llevaba, y en verdad apestaba. Y el con un chasquido limpio mi cuerpo completamente.

-Si podías hacer esto antes por qué no lo hiciste.

-Tenia pereza "ama de las ratas."

- Eres cruel. Hada madrina.

-Igual ya me voy.

-Me abandonas eh.

Pase mi dedo por mi pestaña quitándome mi lágrima imaginaria.

-Tengo trabajo.

-Eres mi hada madrina.

Con cara de molestia desapareció como lo hacía cada día que estaba aburrido.

Silbaba para matar el tiempo entre las rejas cuando entraron varios caballeros con un hombre y lo encerraron en una de las celdas más lejanas.

-Princesa.

-Ya no uso ese título lastimosamente.

Uno de los caballeros se quitó su armadura.

-¿Que hace aquí encerrada?

Oh. Con que Kiel, silbe un poco más antes de responder su pregunta. De forma muy certera por supuesto.

-Preguntale a tu prima.

En ese momento quería una manzana y tome una de un árbol de manzano que florecía solo en esta época.

-Señor nos tenemos que ir.

-¿Cómo es que estás usando magia en el palacio? Eso es imposible. Una barrera mágica rodea el palacio.

¿Cómo que imposible? Es bastante fácil. Que carajos me enseñaste Lucas. No respondí su pregunta y el se retiró un poco molesto.

Pasaron pocos minutos hasta que llegó el emperador a supervisar la situación.

-Cuantas visitas tengo el día de hoy.

-Explicate.

-Las ratas son buenas consejeras.

Comí la manzana dulce que estaba en mi mano. No tenía ni idea de lo que acababa de decir.