Atacarte indirectamente #10

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-¡Princesa!- Su rostro mostraba un leve temor en sus labios y desesperación en tus ojos.

-No sabe lo divertida que es esta situación ¿que dirás Kiel?- El solo tener esta joya en mis manos me da asco, me repugna hasta el punto de querer romperla en este mismo instante en mil pedazos. 

-Lo que tiene en sus manos es una joya del vestuario de Zenit, lo olvido en la mansión y volví por el para ella.- Que excusa tan básica tape mi sonrisa con mis labios pero aún se escuchaba mi baja carcajada.

-¿Esa es su mejor excusa Joven Alfierse? Espero que no. No quiera verme la cara de tonta.- Me tome un largo tiempo de investigar esta joya "Bellice" una joya que absorbe el mana vital de las personas. Totalmente ilegal en Obelia.

-¿Por qué hace esto? Sabe que Zenit es su hermana ¿No?- los recuerdos de mis vidas, mis esfuerzos, mi odio, si, Zenit podía ser todo, menos mi familia.

-Yo no tengo familia joven Alfierse.- El carruaje se detuvo. -Desde hace mucho tiempo que deje de intentar pertenecer a familia alguna.- Perdí la cuenta de hace cuánto tiempo pero mi segunda vida.

***

En mi primera vida, no pensé ni creí que mi padre sería capaz de matarme de ese modo. Tan frío y cruel sola en mi habitación. Debía ser mentira, el me amaba. Jamás apareciendo ni por un solo segundo en mi ejecución. La princesa abandonada de Obelia.

-Esta persona de ahora en adelante dejara de pertenecer a la familia imperial de Obelia.

con mis rodillas postradas en el piso mientras mis lágrimas caían al suelo. mientras el estaba sentado en su frío trono sin sentimientos con su mirada helada que siempre se llenaba de odio y rencor cada que miraba mis ojos

-Mi única heredera de ahora y para siempre, será... Zenit. Ahora sal de mi vista. Yo solo tengo una hija.

-¡Papá, por favor!¡Por favor papá!

Hice todo, todo lo posible para estar de su lado y apoyar a Zenit, nunca opine, nunca me revele, nunca dije nada en su contra.

-Besa los pies de Zenit y sal de mi palacio. No me gustan las cucarachas molestas que no conocen su lugar.

Las palabras duras que retumbaban las paredes de aquel palacio se clavaron en mi piel como dagas. Zenit entro con su sonrisa inocente y su vestido sin suciedad alguna como si perteneciera a otro mundo. Besar los pies de Zenit, en todo el tiempo que viví nunca me hicieron hacer tal cosa.

No podía.

Mi orgullo era más grande.

Lo guardias agarraron fuertemente mi cabello y me arrastraron cuesta arriba en la escaleras a los pies de Zenit la cuál su reacción fue acercarse más al emperador.

-Papá ¿Es en verdad necesario esto?- con su tono dulce de voz que parecía que no estaba de acuerdo con eso.

-Esta persona se reveló contra ti, no merece estar a tu lado.

Arrodillada en el piso delante de esta santa de los lobos escupí sus pies con odio y rencor a sabiendas de las represalias que se me daría. No sé cuándo y no sé dónde pero.

Zenit te voy a matar de la forma más cruel posible.

El título de princesa es un título de papel que ya no servía para mí.

-como te atreves... ¡Azoten a esta mujer que insulta a la familia real! Vámonos Zenit, cambiemos tus zapatos.

Las lágrimas tocaban el piso como una mancha sucia y sin valor alguno. El día en que me convertí en una huérfana sin valor alguno.

A ti que me perdiste.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora