capítulo 15 : cuando las cosas se tuercen

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En Mergalor- territorio de Krom, una noche antes de la entrega de misiones.....

Se podía ver un pueblo algo grande en pleno desierto, en una noche oscura y lúgubre. Los seres que habitaban el pueblo eran orcos. El pueblo de Mergalor, estaba rodeado por una pequeña muralla, un gran portón, con un letrero grande pegado a uno de los lados de la muralla que decía: Bienvenidos a Mergalor, dichas murallas estaban equipadas con unas pequeñas torres de vigilancia en cada flanco del pueblo y siempre tenían varios vigilantes dentro de dichas torres y también tenían una campana de alerta para avisar de los peligros en las mismas. Mergalor, es un pueblo hecho de madera y piedra, con un estilo del oeste, pero también medieval y moderno, pero lo curioso es que todo estaba en ruinas y las únicas personas que se podían ver en las calles del pueblo... Eran los guardias que patrullaban. En el pueblo, se podía observar... que las casas estaban llenas de marcas de garras y signos de lucha. La mayoría de edificios, estaban vacíos y habían pocas personas dentro de éstos. Cada uno de los habitantes del pueblo, tenían un gran temor, y cada uno tenía un rostro con expresiones diferentes, muchos de terror puro, desesperación y otros de resignación y dolor. Algunos pueblerinos, estaban observando la calle, por la ventana de sus casas y tan solo veían el vacío desolador y lúgubre de las calles y veían algún que otro guardia patrullar. Otros solo permanecían ocultos y llenos de lágrimas esperando vivir otro día más, también unos pocos permanecían rezando a algún dios desesperadamente, para que ésta pesadilla parase. Los guardias, patrullaban con gran temor y tenían ganas de dejar su puesto para esconderse de la pesadilla que los atormentaba... Pero no podían abandonar, a toda la gente sin más. Pero eso no quitaba, que estuvieran aterrados, ya que todas las noches eran las mismas. Aquellas cosas, no los dejaban tranquilos y siempre los atormentaban, torturaban y humillaban.

Todos los pueblerinos se mantuvieron expectantes, por quién sabe cuánto tiempo.... Y los guardias estaban alerta por si venían. El silencio reinaba en Mergalor, y éste era un silencio inquietante y que presagiaba un horror indescriptible. Todo era silencio; Hasta que de pronto... sonó la campana de peligro. Al sonar la campana... De inmediato algunos guardias del pueblo, se pusieron nerviosos e intentaron sellar de mejor forma las puertas de la entrada al pueblo; de forma desesperada, ya que éstos... no querian arriesgarse a que entren de nuevo y destruyan más de lo que ya hicieron más veces. Los vigilantes de las torres, divisaron unas siluetas a la lejanía y aunque era oscuro, reconocieron de inmediato el horror que los atormentaba. Uno de los vigilantes de las torres, temeroso por la situación... gritó:

- ¡Ahí vienen!

Los guardias, estaban nerviosos y asustados. Pero no iban a permitir dejarse vencer por el temor, ya que tenían vidas que salvar; así que no perdieron más tiempo e inmediatamente, fueron a poner barreras más fuertes en la entrada del pueblo.

Con la gente del pueblo.....

Los habitantes del pueblo, al escuchar que aquellos que los torturaban iban a llegar.... Se asustaron y corrieron hasta donde podían para ocultarse. En todo el pueblo cundía el pánico, los orcos estaban temerosos de lo que les podía pasar. El único orco, que mantuvo la calma en todo momento... era un hombre mayor, que parecía ser el alcalde del pueblo de Mergalor, que estaba justo en la entrada del ayuntamiento; en dicho ayuntamiento, había un refugio que se usaba para los bombardeos durante las guerras o para cualquier desastre que pueda perjudicar al pueblo. Dicho alcalde, llamó la atención de los habitantes del pueblo, para poder refugiarse en el ayuntamiento y el alcalde grito a todos:

- ¡Todos los habitantes, acudan al refugio!

Cuando, la mayoría escuchó eso... Directamente fueron al refugio.

Mientras tanto en la muralla...

Los vigilantes de las torres estaban usando rifles y armas a larga distancia.
Los guardias, estaban atrancando la puerta y sosteniendola con mucho esfuerzo. Ya que había algo golpeando la puerta con mucha fuerza y una gran agresividad animal. Tanta era la fuerza de los golpes... Que cuarteaba la puerta y rápidamente estaban consiguiendo su propósito de romperla, para acabar con su obstáculo. Los guardias estaban resistiendo, pero empezaron a temer en mayor medida, porque escucharon rugidos... mientras estaban rompiendo la puerta. Los guardias, estaban dándolo todo para que no entren... Pero aquellas bestias fueron más fuertes y consiguieron entrar haciendo pedazos la puerta y de nuevo se repitió la pesadilla.

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