"Me importas una mierda"
Yang-min se encontraba corriendo por los pasillos a toda velocidad, pues estaba a punto de llegar tarde a la clase y si no estaba ahi antes de que el profesor entrara, tendria que quedarse por fuera.
Por más que la pelinegra corrio termino llegando tarde, por enecima vez durante todo el año escolar, puesto que la joven tenia que trabajar horas extras en su trabajo de mesera para pagar su vivienda, su comida, servicios y otras cosas por las que no deberia preocuparse una niña de tan solo 15 años.
-ya sabe que hacer, señorita Dong- le dijo el profesor cerrando la puerta del salón dejandola afuera.
-mierda!- exclamo mientras pataleaba como niña pequeña.
Luego camino por el pasillo y se sento en una banca que se encontraba a unos cuantos metros del salon. Puso su bolso en una esquina, recosto la cabeza en el y estiro las piernas a lo largo del banco. Si no iban a dejarla entrar al menos iba a dormir.
Cerro los ojos y a los pocos segundos los abrio porque escucho unas risas masculinas que reconocia perfectamente. El grupo de matones, los mismos que intentaron abusar de ella. Habian pasado unas cuantas semanas despues de lo ocurrido pero esto no quita que la chica lo recuerde y le de impotencia cada que lo hace.
-que quieren, bola de imbeciles?- cuestiono Yang-min volviendose a sentar normal.
-como nos llamaste?- le respondio con otra pregunta el lider retandola a volverlo a decir.
-Bola de imbeciles- volvio a decir remarcando cada palabra. Obviamente le tenia miedo pero el odio que sentia hacia el era más fuerte y su caracter fuerte no iba a dejar que la pisotearan y hicieran con ella lo que quisieran de nuevo.
El bravucon mayor se enfurecio y tomo del cabello a la chica inclinando su cabeza a un lado. Gwi-nam le hacia señas con el rostro y manos advirtiendole que se callara.
-quien te crees que eres, maldita perra?- jalo un poco más su cabello haciendo que soltara un jadeo de dolor- retractate!- le exigio y ella se negó, entonces el alzo el puño para golpearla pero fue detenido por Gwi-nam- que carajos, Gwi-nam?!
-el salón de primero esta justo ahi, no podemos arriesgarnos- expuso como excusa a su accion anterior, la verdad es que solo lo hizo para que no la golpeara solo que el no iba a admitirlo.
El jefe asintio entendiendo y luego solto el cabello de la chica sin antes decir...
-te quiero en el patio trasero a la hora del receso, si no vas te ira peor.
Y luego se fue junto con sus perritos guardianes.
[...]
Solo faltaba unos pocos minutos para el receso, Yang-min aun no sabia que hacer aunque ella sabia que tendria que ir si o si.
Ella estaba recostada al pupitre perdida en sus pensamientos, no estaban dando clases porque no hace mucho llego una alumna de ultimo año sangrando y balbuseando cosas que no entendio, se veia fisicamente grave, por lo que la maestra de ingles tuvo que ir con ella a enfermeria, asi aprovecho para tomar a escondidas su telefono.
UN MINUTO RESTANTE.....
Despues de tanto tiempo sin hacer nada, se quedo dormida en si asiento hasta que alguien la jalo bruscamente por la muñeca haciendo que se pusiera de pies.
-oye, que demonios te pasa? Casi me sacas el brazo y el alma de paso- reprocho la joven cuando se dio cuenta que se trataba nada más y nada menos que de Gwi-nam.
El asiatico no dijo nada, solo volvio a jalonearla para llevarla afuera del salón. Por más que intentara zafar de su agarre no podia, pero luego otra persona la jalo por la otra muñeca evitando que Gwi-nam la sacara del salón.
-sueltala- ordeno Lee Su-hyeok, compañero de clases y mejor amigo de Yang-min.
-no te entrometas, idiota- le respondio secamente jalando a Yang-min más hacia el- sueltala tú!
-no quiere ir contigo, dejala en paz- imito la accion del anterior.
Siguieron discutiendo por quien debia soltarla y jaloneando a Yang-min hasta que la joven ya cansada intervinio.
-maldita sea! sueltenme los dos!- grito soltando sus muñecad del agarre de los dos chicos altos- no soy una muñeca de trapo.
-ven conmigo- le ordeno Gwi-nam a lo que ella se nego de inmediato- ven de una maldita vez.
-ay ya esta bien! Sin calcetines.. vuelvo en un rato
-esta bien, pero llamame de inmediato si este imbecil intenta algo- ella asintio mientras que Gwi-nam le dedico una mirada de pocos amigos- te veo en el comedor.
Despues Gwi-nam la jalo de la muñeca hacia afuera, ella solo se dejo llevar casi corriendo porque sus pasos cortos no le siguen el paso a los del chico. Gwi-nam se detuvo al frente del laboratorio y se metio dentro junto con la joven.
-que est...-la interrumpio.
-debes irte, ahora
-que?
-no puedes ir al patio trasero, se lo que te haran, Yang-min, debes largarte del colegio ahora mismo- los pelos se le pusieron de punta por la desesperacion clara en el rostro de Gwi-nam, el nunca la habia llamado por su nombre y eso es señal de que lo que dice es serio.
-como crees? No puedo huirle a esa basura por siempre, lo enfrentare- dijo confiada y luego miro al suelo pensativa- le dire a Su-hyeok que valla conmigo...
-estas loca, no lo hagas, pequeña mierda! Estoy tratando de salvarte el pellejo, ¡no seas terca mujer!
-no me interesa! Para empezar nunca te pedi que lo hicieras, no deberia importarte lo que me pase o no
el chico cayo en cuenta de que siempre esta ahi intentando cuidar de Yang-min sin siquiera darse cuenta, no sabia porque lo hacia y eso solo lo irritaba, asi como la presencia de la misma.
-largate- le dice secamente a la chica.
-que?
-ve a ese lugar, lleva a Su-hyeok, haz lo que te venga en gana, ya no me importa, tu me importas una mierda.
-estas loco, medicate- solo eso dijo antes de salir del lugar y dirigirse al comedor donde quedo con su mejor amigo ya que ya habia comenzado el receso.
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Tenias que ser tú... [Yoon Gwi-nam]
أدب الهواةLa amo desde el comienzo, por eso mismo la odiaba. Para Gwi-nam y Yang-min, la unica batalla no son los zombies, eso es lo de menos. La verdadera batalla esta entre ellos mismo, quienes insisten en odiarse, cuando realmente no pueden separados ni au...