CAPÍTULO DOCE

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Taehyung y Jungkook dieron un paseo al filo de la medianoche bajo la luz de la luna llena, demasiado cliché si además sumamos que Jungkook sintió de nuevo como si ellos dos fueran los únicos habitantes del planeta.

-¿Te gustaría que subamos allí?- le preguntó Taehyung indicando un montículo situado en la zona este del hotel-. Desde lo alto hay una vista espectacular.

Jungkook miró hacia arriba y comprobó que para subir había que trepar por rocas cubiertas de hielo.

-No, parece un poco peligroso. Si nos resbalamos, nos caeríamos por el precipicio-contestó.

-No es tan peligroso como parece. Si lo fuera no te lo propondría- sonrío Taehyung- ¿Ahora resulta que eres miedoso?

Jungkook jamás sehabía echado atrás ante ningún desafío, pero con aquel hombre le pasaba algo. Quería protegerlo, lo que era una locura porque era obvio que Taehyung no necesitaba que nadie lo protegiera.

¿Sería que se estaba enamorando de él?

Sí, definitivamente, era eso.

Tras aceptar el desafío y subir por la escarpada pendiente, los dos llegaron con la respiración entrecortada arriba, pero al girarse Jungkook comprobó que Tae, efectivamente, tenía razón.

Desde allí había una vista maravillosa.

-Que preciosidad- suspiró sinceramente.

-¿Verdad que sí?- contestó Taehyung.

-Me refería a ti- comentó Jungkook mirándolo con dulzura.

-¿Quieres que me derrita?- sonrió Tae acariciándole la mejilla.

Jungkook lo tomó entre sus brazos con la intención de darle sólo un beso, pero pronto comprobó que era imposible dar un solo beso a Taehyung. En cuestión de segundos estaban abrazándose y tocándose, jadeando los dos, presos del deseo.

Taehyung lo tomó de la mano y juntos se deslizaron ladera abajo corriendo hacia su habitación a dar rienda suelta a su excitación. Tras hacerlo como dos locos y llegar ambos al orgasmo de manera explosiva, se quedaron tumbados en la cama charlando.

-Tienes un cuerpo tan espectacular que no puedo dejar de pensar en ti-comentó Taehyung.

-Si me estás proponiendo un segundo asalto, necesito un par de minutos para recuperarme-contestó Jungkook.

-En realidad... me estaba preguntando...

-¿Sí?- lo animó Jungkook al verlo dudar, algo muy raro en él.

-Me estaba preguntando por qué tengo la sensación de que siempre estás pendiente de mí, de que quieres cuidarme, de que te preocupas por mí.

-¿Si fuera así te molestaría?

-No es que me moleste, en absoluto, pero me pregunto porque te tomas tantas molestias si te vas en un par de días. Admito que contigo estoy teniendo algo especial y me pregunto por qué pones tanto empeño en encandilarme.

Jungkook se dio cuenta de que Taehyung estaba angustiado y comprendió que no era él el único que estaba intentando que aquello no fuera a mayores. Se estaba enamorando de él y estaba asustado.

Jungkook lo tomó entre sus brazos y lo abrazó con ternura.

Taehyung lo miró a los ojos, esperando su respuesta, pero no sabía que contestar. Llevaba toda la vida cuidando de los demás, era algo natural en él y ahora estaba con Tae, un hombre más que capaz de cuidarse a sí mismo, lo que era algo completamente nuevo para él.

Aún así, aunque sabía que Taehyung se cuidaba solo, quería protegerlo, quería hacerlo feliz. Para siempre. Aquello empezaba a preocuparlo porque su vida no estaba hecha para tener relaciones serias y duraderas.

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