Free Fall

PRÓLOGO

BUSAN, COREA DEL SUR

Un grupo compuesto por hombres normalmente serios y graves, como su profesión demandaba, brindó, bebió y rió como una pandilla de adolescentes.
La noche anterior habían tenido que salir a rescatar a una adolescente durante una terrible tormenta de nieve, que se había perdido durante una excursión con su grupo de amigos.
Jungkook había dirigido la misión y, cuando el viento había comenzado a soplar con fuerza y las cosas se habían puesto extremadamente peligrosas, había incluso llegado a dudar de su habilidad para sacarlos de allí con vida.

Ahora, estaban sentados en una suite privada de un hotel del centro de la ciudad, rodeado de muebles elegantes y con un bar bien equipado a su disposición, viendo un partido de béisbol en una pantalla de televisión gigante, celebrando la despedida de soltero de su mejor amigo Min Yoongi, él culpable de que esa fiesta estuviera teniendo lugar.

Yoongi se acercó a dónde estaba con otro par de cervezas y un sobre en las manos.
Lo abrió y se quedó mirándolo con la boca abierta, era un boucher para irse por ocho días a Pyeongchang.
Le encantaba esquiar, pero no tenía ganas de unas vacaciones.

¿Para qué si él hacía normalmente todos los días cosas que la gente normal no hacía nunca.
Se pasaba el día escalando montañas, volando en helicóptero y haciendo rapel.
Seguro que Pyeongchang no tenía nada que envidiarle a su actividad diaria.

-Pero no, no quiero ir. ¿Porqué no van Jimin y tú?
-No, de eso nada. Nosotros preferimos un sitio dónde no haya que usar tanta ropa. Este viaje es para ti, por todo lo que has hecho por nosotros.

Por supuesto, Yoongi se refería a la vez que Jungkook les había salvado la vida a él y a Jimin hacía unos meses, pero él no quería que le pagara por eso porque a eso se dedicaba.
Él era así.

-No necesito irme una semana de vacaciones- insistió Jungkook- De hecho, no tengo una semana de vacaciones.

-¿Pero qué dices? - se rió Yoongi- Trabajamos para nosotros mismos ¿no? ¿Quieres una semana de vacaciones? Te las tomas y listo.

Sí, era cierto. Eran sus propios jefes. Min y él eran los propietarios del helicóptero que utilizaban para los rescates.
Además, también lo usaban para otros servicios que les permitían mantenerlo.

Así, Yoongi se lo alquilaba a una emisora de radio local y Jungkook hacía las veces de taxista para un par de millonarios de la zona.

Sin embargo lo que más les gustaba a los dos era trabajar de manera voluntaria para el equipo de salvamento aéreo.

-No es tan sencillo,- protestó- tengo trabajo que hacer y tu te vas de viaje de luna de miel.- Tendré que estar localizable las 24 horas del día los siete días de la semana por si surge alguna emergencia.

-En eso tienes razón, así que tendrás que esperar a que yo regrese de mi viaje para irte. Pero te vas a ir. Lo necesitas tanto como yo- contestó Yoongi mirándolo a los ojos.
-Quién dice, a lo mejor conoces a alguien allí- bromeó Min enarcando las cejas.
-¿ Tú crees que necesito conocer a alguien?- rió Jungkook.
-Para empezar, lo que necesitas es una semana de vacaciones. Por favor, acepta el viaje, tengo una buena corazonada con él.
-¿Desde cuando crees en esas cosas?

-Mira Jeon, llevas todo el mes trabajando sin parar y sí solamente hubiera sido este mes no diría nada, pero es que en realidad, llevas así ya no sé hace cuanto tiempo.
No sé que te pasa, pero que no te importe poner en riesgo tu vida por cualquier cosa es peligroso.

Jungkook tuvo que admitir que Yoongi tenía razón.
Era cierto que necesitaba vacaciones.
La verdad que eso de esquiar sonaba de maravilla.

-Está bien, acepto tu propuesta, pero si al final tienes que venir a buscarme será tú culpa.

-Y la asumiré encantado- sonrió Min- por favor desconecta y diviértete.

Jungkook pensó que, si se esforzaba realmente en ello, tal vez, lo conseguiría.