CAPÍTULO SEIS

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Al día siguiente, amaneció una mañana completamente despejada y brillante.

A Taehyung le encantaban los días así, pero aquel amenazaba con estropearse, debido a las noticias que le estaba dando Félix , su jefe de cocina, mientras tomaba un café en la terraza de la cafetería.

-No se que ha ocurrido. La empresa que nos trae el pan es muy seria y ellos dicen que los llamaste para anular el pedido de esta semana. ¿Por qué lo anulaste?

Su tía estaba sentada cerca tomando un café con aire distraído, como si estuviera aburrida de no hacer nada.

-Yo no anulé nada- le aseguró Taehyung disgustado.

-¿Se puede saber porqué siempre tenemos las reuniones de la mañana afuera?- gruñó Félix estremeciéndose de pies a cabeza.

-Porque Tae tiene hielo en las venas- contestó Joy.

-Si no te importa esta es una reunión de trabajo y te agradecería que no te metieras- dijo Taehyung.

-Perdón- contestó Joy con cinismo.

Félix volvió a estremecerse.

Taehyung llamó al distribuidor de pan por télefono y el supervisor le aseguró que había recibido un mensaje en su nombre anulando el pedido.

-Vas a tener que hacer gala de tu creatividad hasta mañana Félix.

El jefe de cocina se encogió de hombros. -Vamos adentro, en la cocina se está mucho más calentito, y te hago un desayuno de esos que te gustan- le dijo con una sonrisa- Obvio que sin pan, mi jefe no sé que hizo que nos dejó sin la provisión de hoy.

-Yo no fui- se volvió a defender Taehyung.

Era cierto. Él no había hecho nada, pero la verdad era que no había pan y tenía que averiguar quién era el culpable.

-Me encantaría ir a desayunar contigo, pero tengo muchas cosas por hacer- suspiró Taehyung -Para empezar , tengo que hablar con tu hermano que está ahora mismo lidiando con los ordenadores, y con Hoseok.

- Muy bien.

-Yo sí me apunto al desayuno- interino Joy.

Taehyung los siguió hasta la cocina, mirando a su alrededor mientras cruzaban la cafetería, diciéndose que lo hacía para comprobar que todo el mundo que estaba desayunando estaba a gusto, pero, en realidad, estaba buscando a un hombre alto y hermoso de ojos maravillosos.

Pero Jeon Jungkook no estaba.

Taehyung se preguntó si se habría a esquiar ya. Pronto tuvo que apartar a Jungkook de sus pensamientos y concentrarse en los problemas que tenían. Arreglar los ordenadores había llevado toda la mañana y, luego, tuvo que hacer el turno de la tienda de regalos porque el empleado se había enfermado.

Taehyung no podía creerlo, la noche anterior había caído una nevada increíble y las pistas estaban perfectas para esquiar y si él no hubiera sido el dueño del hotel estaría esquiando ahora mismo.

Desgraciadamente no pudo salir del hotel en todo el día lo que lo puso de muy mal humor porque no faltaba mucho para que terminara la temporada de esquí y no había podido esquiar todo lo que le hubiera gustado. Llevaba casi un año trabajando a un ritmo frenético y aquello lo estaba matando. Era cierto que salía a esquiar por aquellas montañas que tanto amaba, pero siempre pendiente de la radio por si se comunicaban sus hermanos o la patrulla.

No tenía tiempo para sí mismo. Cuando su estómago protestó, se dirigió al bar a comer algo y, de nuevo, se preguntó dónde estaría Jungkook.

Y cómo si hubiera leído sus pensamientos Jungkook se acercaba a él. Sintió cómo se tensaba cada parte de su cuerpo con sólo una mirada.

-Llevo todo el día pensando en ti- sonrió Jungkook de manera sensual.

-¿De verdad?

-De verdad.

-¿Qué tal te ha ido hoy?

-Eso mismo iba a preguntarte yo.

-He estado esquiando todo el día y la pasé genial.

-Que suerte.

-¿Tú no pudiste salir?

-No, tuve que hacer demasiadas cosas- contestó Taehyung- Por cierto, te tengo que dejar- añadió al ver que Mina, una de las camareras no daba abasto.

-Vaya, que pena.

"Ni que lo digas"

-Te invito un trago- propuso Taehyung intentando ir hacia la barra.

Jungkook tiró de su mano y le retiró un mechón de pelo de la cara. - Hace un par de días me dejaste que te ayudara.¿Por qué no hacemos ahora lo mismo?

-Está bien. ¿Qué quieres hacer?

-Estar contigo.

Taehyung sintió que la temperatura de la habitación subía mil grados y sonrió. Llevaba dos noches teniendo fantasías con aquel hombre y había llegado el momento de dejarse llevar.

-Está bien, pero va a tener que ser dentro de un rato.

Jungkook asintió y lo siguió.

Taehyung le sirvió una cerveza y ayudó a Mina hasta que volvió el barman, momento que aprovechó para irse a sentar con Jungkook.

-¿No te aburres de estar solo en vacaciones?

-No, no suelo tener oportunidad de estar a solas conmigo mismo y la verdad es que lo estoy agradeciendo.

-Supongo que tu trabajo te mantiene muy ocupado.

-Sí. Pero no tanto como a ti el tuyo.

Aquello hizo reír a Taehyung.

- Te aseguro que, si pudiera elegir, ahora mismo no me gustaría estar tan ocupado como estoy. Háblame de tu trabajo. Parece interesante. ¿Piloteas tú el helicóptero?

-Sí, Yoongi y yo_ contestó Jungkook resumiéndole lo que hacían.

-Te tengo que dejar, otra vez- dijo Taehyung al cabo de un rato poniéndose de pie.

Jungkook también lo hizo. - Me gustaría verte más tarde.

-Me parece bien- le sonrío Taehyung sin timidez.

-¿Dónde nos vemos?

-Una vez pasado el pasillo están las oficinas de los empleados y un poco más allá hay otro ala en la que está mi apartamento. Es la segunda puerta a la derecha.

Jungkook se quedó mirándolo a los ojos y no dijo nada durante unos segundos.

-Se me va a hacer una eternidad, pero supongo que sobreviviré- se despidió- Luego nos vemos.

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