CAPÍTULO TRECE

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Una vez dentro, sanos y salvos, Taehyung le aseguró a todo el mundo que no le había pasado nada y volvió al trabajo.

Jungkook no podía dejar de mirarlo.

Aquella era su última noche juntos y, aunque se había prometido a sí mismo irse sin mirar atrás, dejar a Taehyung no se le hacía nada fácil.

¿Cuántas veces le había prometido que lo suyo no era más que una diversión? Si Taehyung le pedía aquella noche que se lo volviera a prometer, le mentiría. Hacía mucho tiempo que Jungkook no se planteaba seriamente estar con alguien.

Taehyung estaba sentado frente a la chimenea, en el brazo de un sofá, charlando y riendo con unos clientes, entregándose por completo a ellos. Era un hombre que se entregaba por completo a todo lo que hacía.

Excepto a él.

Pero él también se frenaba.

Sólo les quedaba una noche y Jungkook no quería frenarse en lo absoluto, quería entregarse a él por completo así que se acercó, lo tomó de la mano y se la llevó a los labios.

-¿Qué puedo hacer por usted, señor Jeon?- sonrió Taehyung.

-Lo que usted quiera, señor Kim- le contestó él al oído-. Siempre y cuando estés desnudo, claro.

Taehyung se sonrojó levemente.

-Y duro- añadió- Te quiero muy duro.

-Discúlpenme- se despidió Taehyung de sus clientes.

Agarró a Jungkook de la mano y entre besos y caricias, lo condujo hasta su habitación. Al llegar, sacó las llaves e intentó abrir la puerta, lo que no resultó nada fácil porque Jungkook se había empeñado en distraerlo.

-Kook, así no vamos a entrar nunca...-protestó débilmente al sentir sus manos acariciando uno de sus pezones.

-¿Quieres que pare?

-Sí, tengo que abrir la puerta.

-¿Quieres que pare de verdad?

-No, no pares...- suspiró.

No había nadie en el pasillo y estaba a oscuras, así que Jungkook sonrió y deslizó las manos por la espalda de Taehyung hasta su trasero y le metió luego de chupárselos un par de dedos.

Taehyung apoyó la frente en la puerta y arqueó la espalda hacia él.

-Por favor, ayúdame un poco.

¨Pero Jungkook decidió deslizar las manos en el interior de la sudadera y juguetear con sus pezones mientras le mordisqueaba el cuello.

-Oh...- suspiró Taehyung- Kook, no puedo abrir la puerta.

Jungkook comenzó a pellizcar y tirar suavemente de sus pezones y a él se le cayeron las llaves al suelo.

-Agáchate a recogerlas- le indicó Jungkook.

Al hacerlo, aprovechó para agarrarlo de la cintura y apretarse contra él. TAehyung recogió las llaves y abrió la puerta a toda velocidad. Cuando estuvieron dentro de la habitación, apoyó a Junkook contra la puerta y comenzó a besarle el cuello y a quitarle la camisa.

-Te voy a hacer mío ahora mismo.

Jungkook tenía la intención de ir despacio, pero iba a ser imposible, Taehyung ya le había deslizado la camisa por los hombros y ya iba por los pantalones.

-Tae...-murmuró cuando él tomó su erección con una mano y comenzó a moverla.

Se arrodilló ante él, y rodeó con su boca el miembro erecto. Jungkook se apoyó en la puerta y gimió de placer mientras Taehyung lo desarmaba con su lengua y su boca.

Cuando llegaron a la cama, Jungkook se colocó encima de él, le puso las manos por detrás de la cabeza y lo sujetó mientras lo desnudaba por completo y lamía cada centímetro de piel que iba quedando expuesta.

-Esta vez vamos a ir despacio- dijo Jungkook haciendo un gran esfuerzo- Quiero tomarte lentamente, muy lentamente y tú me vas a dejar... vas a mirar.

-Jungkook...- protestó Taehyung

Sin embargo, Jungkook cumplió su promesa y se olvidó del tiempo mientras recorría todo el cuerpo de Taehyung , de pies a cabeza, con las manos y con la boca.

Taehyung disfrutaba de aquella dulce tortura y se concentró en las sensaciones mientras Jungkook iba bajando por su cuerpo, desde su pecho, su abdomen, bajo vientre y...

Una vez allí, Jungkook le desabrochó los pantalones de esquiar y se los dejó en las caderas dejando al descubierto unos boxer.

Bueno, más bien, unos boxer húmedos y un hermoso y duro bulto.

Completamente excitado ante aquella vista, se los bajó también y llevó su boca deslizando su lengua por toda su extensión, encontrando en cada con cada vaivén de su boca los lugares perfectos para hacerlo jadear de placer.

Taehyung intentó abrir las piernas, pero no podía porque su ropa interior y los pantalones en los muslos se lo impedían.

-Jungkook, por favor.

-Disfruta- contestó metiéndose el miembro profundamente a la boca otra vez.

Y Taehyung disfrutó, disfrutó plenamente de las caricias de Jungkook, de su boca haciendo magia en su erección hasta llegar al orgasmo y, mientras acababa , Jungkook no dejó en ningún momento de tomar todo de él, lo limpió con su lengua y en este estado de languidez lo levantó de las caderas y se introdujo de una estocada en su cuerpo.

Y, mientras los dos se movían al mismo ritmo, Taehyung no cerró los ojos, algo que a Jungkook le encantó, esa sensación lo llevó a otro nivel. Mirándose intensamente, gimiendo y respirando entrecortadamente, ambos llegaron de nuevo juntos a un desvastador orgasmo.

Un buen rato después, se dieron una ducha y, dejándose llevar por la calidez del agua y las caricias de jabón, se acariciaron de una manera nueva y volvieron a hacer el amor.

-Como sigamos así, nos vamos a morir- murmuró Taehyung.

-Es una bonita manera de morir- contestó Jungkook.

Y de nuevo dibujó magia con sus dedos por el cuerpo de Taehyung, que volvió a estremecerse de placer.

-No pares, no pares.

-No tengo ninguna intención de hacerlo. Te deseo. Te deseo continuamente, nunca me sacio de ti- contestó Jungkook.

Nunca era una palabra muy fuerte, pero eso era exactamente lo que le sucedía a Taehyung.

Jungkook tomó su rostro entre las manos mientras lo penetraba y lo hacía gemir. Lo besó y murmuró su nombre como una caricia, sintiendo una emoción que no podía describir con palabras mientras se vaciaba en su interior.

Y Taehyung lo siguió con placer, necesidad y amor.

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