EL DUQUE AMERICANO

19. LA BODA

La madrugada antes de la boda fue de completo un insomnio para Camila, recordaba lo mucho que había cambiado su vida en solo unas semanas y el pensar que al salir el sol debería alistarse para salir de su casa, mentalmente preparada para ser la esposa de Max, soltó un largo suspiro y dentro de ella algo le decía que debía tener miedo y estar preparada para cualquier cosa, se obligo a dormir unas horas  mas.

Patricia estaba hospedada en la casa desde días antes para ayudarla en lo que necesitará — ¿Estás nerviosa? — Le preguntaba mientras le colocaban el hermoso vestido blanco llenos de hilos color oro, el cual era complementado de un tocado de plumas llenos de piedras brillantes

— Tal vez demasiado, todo a sido tan sorprendente, estoy muy enamorada pero no puedo evitar sentir que algo malo pasará dentro de poco, es como si tuviera un presentimiento, algo que no estuviera bien 

—No digas tonterías, amiga que podría pasar debe sacar ese pensamiento de tu mente, hoy debes ser el día mas feliz de tu vida por lo tanto te prohíbo que tengas ese tipo de pensamientos 

— Esta bien tienes toda la razón, pero Patricia quiero hacerte una pregunta — Camila dudo un poco antes de hacer la pregunta pero necesitaba saberlo — ¿Sabes como esta Nicolás, has tenido noticias de el?

Patricia no sabía que contestar pero pensaba que lo mejor era ser sincera — La realidad es que no, fui a ver a su madre días atrás pero me comentó que tampoco ha recibido carta de ellos, no le sorprende son recién casados y piensa que debe estar disfrutando de su luna de miel — Camila solo guardo silencio — Por favor Camila ya no te preocupes por ellos, cada uno ha tomado su camino y que tú seas feliz es lo correcto no pienses mas en el 

La joven pudo respirar con tranquilidad, espera justamente esa respuesta de su amiga, no dudaba del amor de Max, pero sabia que Amelia era capaz de todo y uno de sus mayores es que llegara justamente ese día para arruinar su boda, ahora que sabia que estaban los suficientemente lejos logro tranquilizarse, de ahora en adelante no se preocuparía mas por esa arpía, después de todo ella estaba casada y no se atrevería a armar un escandalo que la dejara en ridículo

Camila dio un suspiro por ultima vez, estaba decidida a olvidar, de repente escucharon como tocaron a la puerta su padre entro y la miro sorprendido se notó como de su rostro caía una lágrima los padres siempre temen el día qué sus hijas sean separadas de su lado, dicen que no hay padre que no ame a sus hijas, pero hay padre que no saben como demostrar el amor, pero este no era el caso de Marques aunque a veces le costaba expresarlo su hijos sabían que era su mas hermoso tesoro 

— Patricia gracias por venir a ayudar a mi hija, pero me podrías dar espacio para hablar con Camila antes de que sea hora de irnos a la iglesia — Se notaba en la voz de aquel hombre el nerviosismo 

— Claro que sí señor los espero abajo, por favor Camila trata de no dañar tu arreglo por favor — La chica solo asintió y la vio marcharse de la habitación

Su padre la miro nuevamente ella se veía como un ángel era hermosa  y por fin había llegado el día más temido para su corazón, el día en que sería alejada de su lado para hacer su propia familia

— Sabía que este día llegaría pero no deja de ser complicado — Saco de la caja que llevaba las manos un hermoso collar de diamantes — Este collar le pertenece a mi madre y quiero que lo lleves hoy el día qué debe ser el día más feliz de tu vida

Camila sonrío y observó el hermoso collar muchas veces lo había visto en el cuello de su madre sabía que era una joya que le pertenece a la familia varias generaciones atrás

— Pensé que el collar a sería para la futura esposa de Fran

— La esposa de Fran portara el anillo que le ha pertenecido a mi familia, pero tú que eres mi pequeña quiero que conserves el collar que era de mi madre y si algún día tienes una hija o un hijo se lo puedas heredar sé que no te hará falta nada pero quiero que conserves esta joya con el valor sentimental que tiene para mí — Su padre colocó el collar en el cuello y cuando Camila se miro en el espejo pudo ver lo hermoso que era el collar por último su padre el abrazo no como una despedida pero si cómo el inicio de una nueva etapa —  Es hora de que bajemos, debemos llegar a la iglesia dentro de poco ya no tardes — Dijo en un susurro aún con la voz entrecortada}