5. Un beso inocente

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Cuando llego la tardes ayudaron a Camila a vestir, ella no podía evitar sonrojarse al mirar el preciosos pero atrevido vestido que su madre había escogido para ella, no lograba evitar la sensación de que su madre tenía un plan entre manos, últimamente estaba más abierta y parecía dispuesta ayudarla en todo, le colocaron un hermoso tocado de plumas blancas y la maquillaron, de igual manera le colocaron el antifaz en el rostro, pero cuando bajo se llevó la sorpresa de que solo estaba su madre esperándola

— Donde está papá y Fran — No pudo evitar hacer la pregunta, su madre volteo para verla, le dio una vuelta y se permitió verla, ensanchando una sonrisa

— Se adelantaron pasarían por el nuevo socio de tu hermano, querida te vez espectacular, el vestido es fantástico

— Gracias madre pero no crees que exageraste un poco, es bastante atrevido este vestido — Era hermosos con los hombros descubiertos y las transparencias dejaban mostrar un poco de piel

— Tonterías querida solo lo necesario, además la finalidad de esta fiesta es que te diviertas y olvides, tal vez el destino te depare algo nuevo, nunca se sabe, además te aseguro que esta noche no abra hombre que se resista a mirarte, aprovecha el poder que la máscara da — Ella no entendió esas palabras, pero decidió no preguntar

— Esta bien, vamos o se nos hará tarde, el cochero estaba esperándonos — Como último se coloca su capa, las calles se veían solitarias esa noche, como si toda la gente estuviera concentrada en un solo lugar de la ciudad, cuando se acercaron a la propiedad, la fiesta era aún más de lo que esperaban, todo estaba en su máximo esplendor, los candelabros dorados, las paredes blancas del salón cubierta con detalles en dorados y el nuevo mural en el techo el cual les mostraba uno hermosos querubines danzando en el techo y algunas imágenes sugerentes llenas de erotismo

Cuando entraron al salón Camila se sintió aturdida entre tanta gente, cuando volteo la vista para buscar a su madre se dio cuenta de que ella ya no estaba a su lado, era como si de lanada se hubiera desaparecido, estaba segura que cuando le dio su capa al lacayo todavía estaba cerca de ella, maldijo por un momento cuando sintió la mirada de varios caballeros en ella su madre tenía todo planeado de eso estaba segura, de repente sintió un toque en su brazo y la alerto

— Sabes que no deberías estar sola — Le susurro Patricia al oído, cuando se dio cuenta de quién era se permitió volver a respirar y sonreír — Te vez espectacular, debes recomendarme con tu modista

— Me has dado un susto de muerte, ¿cómo has sabido que era yo?, yo no logro reconocer a nadie con los antifaces puestos — Se dio tiempo para observarla su amiga llevaba un vestido verde, ella estaba hermosa y el contraste de su ropa con su cabello era digno de admirar

— Simple te conozco desde niña, además traes el brazalete que te regale con tus iniciales — Sonrió mientras miraba mi muñeca, claro que tonta — Vamos por ponche, pero te aseguro esta noche te llevas la atención de la fiesta, todos te están mirando

— No seas exagerada tú con ese vestido eres la que está llamando la atención — Arrastro a su amiga por todo el salón, Camila sabía que lo estaba haciendo a propósito para que las vieran, como si intentara llamar la atención de alguien

— Vamos al balcón — Su amiga estaba muy intensa esa noche, parecía divertida, pero la sugerencia ya era demasiado

— Estas loca no debemos estar en el balcón y mucho menos solas, busquemos a mis padres, deben estar deseando saber dónde me metí

— Vamos Cami — Su mirada era intensa y no dejaba de mirar para asegurarse de que los hombres la estaban viendo, se acercó a su oído y le susurro — No te da morbo ver quien será los amantes que estarán en el jardín

EL DUQUE AMERICANODonde viven las historias. Descúbrelo ahora