EL DUQUE AMERICANO

8. Visita del médico

Aunque le ayudó a dormir la leche, durante la madrugada se despertó por un trueno, observo por la ventana la tormenta y pensó en su pobre caballo, estará afuera, seguramente asustado, no logro volver a dormir por más que lo intento, cuando la mañana llego tenía una cara terrible pero no le preocupaba eso, Hortensia entro precipitadamente a la recamara y se sorprendió al verla despierta

— Mi niña tu madre me envió, me da gusto que ya estés levantada debes estar tan nerviosa como lo está tu madre, pero que haces con esa pijama todavía — La chica obedecía pero no estaba completamente segura de lo que estaba pasando

— Espera, ¿Por qué tanta prisa?, todo lo que quiero saber es donde esta Fran por favor dime que encontraron a Tormenta

— Se lo mucho que te preocupa tu caballo y el gran amor que tú tienes, pero deberías estar feliz, tienes la cita con el Duque — Lo último en lo que había pensado era en el compromiso que su madre se habría encargado de organizar para ella — Así que deja de preocuparte Tormenta es un animal muy inteligente y tu hermano salió muy temprano estoy segura que no descansara hasta que no encuentre

La vistieron con uno de los vestidos más hermosos que tenía en su armario, de un hermosos color lila, la peinador de manera muy ligera, nada apretada, adornaron su cabello con un tira de perlas, realmente se había esforzado mucho en dejarla hermosa, cubrió sus ojeras con un poco de polvo de arroz preparación especial de aquella señora y la obligo a bajar a desayunar, en el comedor solo se encontró con sus padres, su Papá la miro y tomo su mano

— Querida, quita esa cara de tristeza, encontraremos a Tormenta te lo prometo, Fran y Nicolás salieron muy temprano — Al escuchar el nombre de Nicolás algo en su interior se removió — Están afuera buscando y prometieron no volver sin él, además tengo otros hombres buscando, no te preocupes estoy seguro que hoy mismos regresara tu caballo por la tarde

— ¿Nicolás está afuera buscando a Tormenta junto con Fran? — Su padre asintió, pero su madre conocía a su hija, la expresión que ponía cuando nombraban al amigo de su hijo no le gustaba y no era porque lo quisiera, para ella Nicolás un hijo mas pero Camila era si hija y no deseaba verla sufrir mas

— Llegó muy temprano por Fran, prometieron volver con buenas noticias ya verás que con ellos dos buscando tendremos buenas noticias pronto, estoy seguro que solo es cuestión de horas

— Bueno resuelto ese asunto — Su madre tuvo la imperiosa necesidad de interrumpir antes de que las cosas se fueran de su manos — Desayunemos, querida espero que estés consiente de tuviste demasiada suerte que esa bestia no te lastimara, sabes lo mucho que me disgusta que montes, eso no está bien de una dama de tu cuna

— Basta madre — Camila era capaz de soportar todos los sermones de su madre sobre su comportamiento, pero tener a Tormenta no era un tema a discusión y era capaz de actuar con furia con tal de defender los pocos de minutos en los que se sentía libre cuando montaba a su caballo — Amo montar, salir al campo y ayudar a mi padre con los libros y si el hombre que me pretende no puede aceptar eso, pues entonces lo mejor es que me quede soltera

Le costó mucho poder comer algo, estaba nerviosa, se colocó cerca de la ventana en el salón principal, esa enorme ventana daba a la entrada de la casa, perdió la cuenta de cuantas vueltas dio por la estancia esperando que alguien entrara por aquella puerta para darle noticias. Su madre se mantuvo cerca de ella, no estaba de acuerdo con esa actitud pero esperaba ansiosa por la visita del Duque el cual se encontraba demasiado retrasado, por un momento paso por su cabeza la idea de que aquel caballero se atreviera a dejar plantada a Camila, ella no soportaría un insulto de esa magnitud a su hija, de repente escucharon movimiento en la entrada y Camila salió disparada escuchando como su madre trataba de hacer que se comportara, pero cuando vio la cara de aquellos caballeros su corazón comenzó a doler