☆𝕮𝖍𝖆𝖕𝖙𝖊𝖗 1☆

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❥︎Eʟ ᴇɴᴄᴜᴇɴᴛʀᴏ

𝑵𝒂𝒓𝒓𝒂𝒅𝒐𝒓 𝒐𝒎𝒏𝒊𝒔𝒊𝒆𝒏𝒕𝒆:

Las bombas no se hicieron esperar al comienzo de la guerra, destruyendo casas, parques, escuelas y mucho más. Pero para las hermanas Green no solo significan destruccion, sino alejarse de su madre, la unica persona que las cuida, Su padre las abandono cuando su mayor hija tenía ocho años, e ir a la casa en el campo de un señor que se ofrecio a cuidarlas.

En este momento ambar Green intenta despertar a yasmin para rapidamente ir hacia el refugio en donde se encuentran su madre y hermana menor.
Cosa que solo se complica con la caida de más misiles y hace que ellas dos terminen lanzandose al suelo, lo más deprisa que pueden, salen hacia el refugio.

-¿Que pasa mami, que son esos ruidos?- dijo la menor media adormilada

-Nada hija. Ya estamos seguras aquí- respondió la madre acercándose a su hija mayor para decirle algo- mañana a primera hora tenemos que ir a empacar, tienen que ir a la casa de este hombre que se ofreció a cuidarlas.

-Bien madre, si tú crees que es mejor asi

para ámbar o am, cómo le gusta que le digan, iba a ser totalmente angustiante mantenerse alejada de su madre por tanto tiempo

❀❀❀

-keyla, ven aquí

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-keyla, ven aquí. Tienes que hacerle caso a tus hermanas y portarte bien, ¿si?

-ok mami- respondió la pequeña al pedido de su madre

-Yas, no hagas desorden, ¿Bien?

-Bien- respondio de mala gana, ya que dijo que le pesaba la maleta.

Y por último se aproximó a Ambar, está última no pudo evitar dejar las maletas en el andén y abrazar a su madre, se permitio sentirse triste por un momento, va a extrañar demasiado a su madre, pero supo que tenía que ser fuerte en cuanto vio las caras de sus hermanas.

-las amo. No se olviden de mandar cartas

-claro mamá

Y así se despidieron ya que sonaba el tren avisando de que ya saldría de la estación, las tres hermanas aún tristes por el momento de recién, se dirigen hacia su vagón y sacan la cabeza por la gran ventana, saludando fervientemente a su madre viendo cómo después de un pitido se hace cada vez más pequeñita al igual que la estación, cada una vuelve a su lugar, pero ahora teniendo en cuenta que no son las únicas en el vagón, hay dos niñas y dos niños dentro, acomodando sus maletas y asientos.

En cuanto estamos todos sentados no puede pasar desapercibido para ella el hecho de que el hermano mayor le pareció muy atractivo, ojos azules, pelo rubio oscuro y nariz pequeña. Aparto la mirada, Seguiría pensando en este chico pero la niña más pequeña le habla.

𝐸𝑛 𝐸𝑙 𝑁𝑜𝑚𝑏𝑟𝑒 𝐷𝑒𝑙 𝐴𝑚𝑜𝑟// 𝑃𝑒𝑡𝑒𝑟 𝑃𝑒𝑣𝑒𝑛𝑠𝑖𝑒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora