Preso del pasado (All x Giyuu)

Temeroso

— Esto es estúpido ¿porque debo cuidarlo yo? - se queja la beta- Será tu "omega"  no mio -

Daki no dejaba de observar con enojo  al omega que dormía plácidamente en el futon de su cuarto ¿Cuanto tiempo más dormirá? Por más que se negó varias veces, a pesar de sus berrinches, su hermano lo dejó ahí.

— Solo debes tenerlo vigilado- respondió ya harto de las quejas de su hermana- Eres la Oiran de aquí ¿Acaso no querias un sirviente nuevo?- pregunto sonriendo.

— No lo quiero- respondió ella

— Esta decidido, no discutas Daki-

— Su cara me molesta  – dijo ella–No me gusta – afirmó.

— No tiene porque gustarte a ti, sino a mi descerebrada — aclaro celoso.

— Pero ¡¿Por que aquí?!  —grito logrando que el azabache se removiera en el futon — Ese gusano es un estorbo solo nos causará problemas más adelante — señalo las  manos del omega —  Tan solo mira sus manos se ve que nunca hay hecho nada en su vida, debe ser un mocoso mimado y consentido — acusó harta de la discusión.

—No importa, él se quedará a tu lado hasta que su celo llegue —

— Hermanito entiende, si lo marcas el señor Muzan lo sabrá por la conexión que tiene sobre todos nosotros ¿ Tienes idea de lo que puede hacernos? – le pregunta seriamente.

— Todo saldrá bien, solo debo convertirlo en demonio en su momento y no habrá dificultades – dijo con simpleza para recostarse cerca del azabache – No debes temer de nada, siempre estaré para protegerte- declaro viendo a su hermana - Juntos somos invencibles, no lo olvides –

— Tsu-Tsutako nee-san - murmuró entre  sueños Giyuu, llamando la atención de los presentes.

—¿Tsutako? – se pregunto curioso Gyutaro viendo como su omega abría lentamente sus ojos.

Vio el temor reflejado en ellos cuando estos lo observaron, como su cuerpo empezó a temblar al tenerlo tan cerca. Su alfa interior estaba tan ansioso por aprisionar lo entre sus brazos para que nunca mas se alejara de su lado, marcar su delicado cuello mientras llenaba de marcas su cuerpo. Era como un lienzo blanco que el necesitaba llenar con sus marcas y dientes.

El omega preso del miedo solo atinó a cubrirse hasta la cabeza con las sabanas del futon donde estaba, creyendo que solo se trataba de una pesadilla y que cuando despierte estaría de nuevo en su cuarto esperando ser despertado por su hermana mayor si es que se quedó dormido como raras veces ocurría.

— " No es real, ellos no pueden serlo" – pensaba Giyuu mientras sentía como una mano le arrebataba su única protección. Se cubrió el rostro con ambas manos, pensando que si no los veía ellos se esfumarian, ojalá fuera así de fácil.

— Oye calmate, no debes tenerme miedo ni causarme problemas ahora que estas aquí – replicó el alfa harto – Quitate las  manos del rostro - ordenó pero el omega solo negó con la cabeza varias veces de forma infantil.

Esa situación era tan irritante para ambos hermanos, el omega simplemente no quería verlos. Todo empeoró cuando Giyuu empezó a sollozar en voz baja presa del terror, solo era un cachorro indefenso y sin la  protección  de su "hogar". Fue un tonto en vez de escapar de casa debio intentar buscar a Tsutako para ocultarse en sus brazos en busca de protección y consuelo como cuando era un pequeño niño y se aferraba a ella cuando su madre le azotaba las piernas por equivocarse en su lecciones.

—"No pasa nada Giyuu, ya todo esta bien"—

Su hermana siempre  estaba ahí a su lado en esa habitación cuando era más pequeño, si la señora lo castigaba, ella lo consolaba y sanaba sus heridas. Pero  conforme pasaba el tiempo poco a poco era las veces que le permitían a Tsutako verlo, como si los defectos de Giyuu se deberían porque ella estaba  ahí a su lado, como si abrazarlo fuera una falta imperdonable que solo empeorará su comportamiento. No necesitaba de sus padres, solo de ella pero ¿Por qué no estuvo ahí entonces?  ¿ Ya no le importaba acaso y solo era un estorbo para ella? De solo pensarlo se puso a llorar más fuerte, molestando a su captores.