Cuando Dos Mundos Se Cruzan ||Bakugo x Tu||

Cap 11

Siendo 100% sincera no había entendido completamente el plan de izuku.

Lo que sabía era que el último mes habían salido por grupos y turnos, rebuscando información, tratando de conseguir algo que les diera una pista de como volver a su mundo.

La verdad en todo ese tiempo que estuvieron bastante ausentes nisiquiera me dio tiempo de extrañarlos por que desde mi perspectiva ese mes paso en un abrir y cerrar de ojos.

Entre las clases de la academia, las tareas domésticas y escolares no me daba tiempo ni para rascarme la cabeza.

Justo ahora era el claro ejemplo de eso, después de tres días en la academia fuera del pueblo, estaba de regreso en casa, pero lo que me recibió ahí fue soledad y mucho polvo.

Mi cuerpo ya estaba adolorido por el entrenamiento y cansado por el viaje, barrer se veía como la actividad más complicada en el mundo en ese momento, pero despues de hacerlo me ubiera gustado poder usar la expresión

"No siento x parte a mi cuerpo"

Pero la verdad es que yo si sentía todas y cada una de las partes de mi cuerpo, y podía sentir que dolían. Dolían mucho.

Caí rendida en el mueble, mis ojos pesaban y sedi ante la tentación de dormir profundamente.

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Desperté de un salto cuando la puerta se abrió, diriji la mirada hacia ahí y me encontré a bakugo con unas bolsas en manos.

—Vaya, por fin alguien llega —. Bostece y el chico tan cariñoso como siempre sólo me ignoro y se dirigió a la cocina.

Restregue mis ojos con las manos mientras me acercaba a la cocina, Bakugo se encontraba sacando las cosas que llevaba en las bolsas.

Bakugo: ¿Soy el primero en llegar? — Asenti.

Lo mire desde el marco de la cocina otro momento, el me sostuvo la mirada por unos segundos, yo, confundida me fui acercando hasta quedar a su lado. El no dejo de mirarme y eso me tenso.

—¿Que? —Logre preguntar por fin.

Bakugo: Tienes el cabello hecho un desastre. — Pude notar una pequeña risa escapar de sus labios antes de llevar su mano a mi cabello y terminarlo de alborotar.

Me queje por eso y quite su mano de ahí. Solo para joderle la paciencia fui yo quien ahora lo despeino a el, lo cual no le gustó y pude reír satisfactoriamente.

Una pequeña e inofenciva pelea de manos comenzo entre nosotros pero todo paro en seco cuando la puerta principal sono.

Aún bastante cerca miramos directamente ahí pero no había nadie.

—Fue el viento. —Reí un poco incomoda y me separé de el. Bakugo volvió a su expresión sería o más bien amargada de siempre y siguió sacando las cosas qui traía. —Fue una siesta revividora, me siento llena de energía! ¿Vas a entrenar? ¿Puedo acompañarte?

Bakugo: Que estúpida pregunta. Obvio que puedes, es igual que siempre.

—No, de echo... —El puso toda su atención en mi. — Lo que quería decir es... entrenar... juntos. Tu contra mi.

El rubio soltó un "Ja" burlón pero cuando noto que lo decía bastante en serio alzo una ceja.

Bakugo: Si, claro. —Dijo sarcasticamente.

—¿Por que no?

Bakugo: ¿Acaso quieres morir?

—Soy una chica fuerte. —Le guiñe y el suspiro sonoramente.