Tras llegar a casa las horas pasaron rápido, William seguía escribiendo, hacia pausas de vez en cuando para descansar, comer o vigilar que Reaper no estuviera rompiendo nada ni haciendo un desastre, aunque la muerte estaba siendo amable y le estaba ayudando a resolver su problema, también estaba siendo una verdadera molestia, lo único que hacía era molestar al chico y después reírse de él, no era nada demasiado ruin, solo cambiaba de lado las cosas o daba golpes para que se sobresaltase.
- Will, se está haciendo de noche.- Dijo Reaper apuntando hacia la ventana.- ¿Al final vas a ir a la cena?- El chico al escuchar esto se levantó de golpe empujando la silla.
- ¡La cena! Se me había olvidado completamente.- William empezó a rebuscar con prisa por el armario en busca de algo adecuado.- Voy tarde.
- De nada.- La muerte hizo una pausa antes de continuar hablando.- ¿Qué más de llegar un poco más tarde?
- ¿Qué más da? Por supuesto que da, da mucho.- Empezó a hablar de forma histérica mientras daba vueltas por todos lados con Reaper siguiéndole como un perrillo.- Lo primero es que no está bien visto llegar tarde a los sitios, te pierdes cosas y puede que hablen mal acerca de ti por llegar tarde y lo segundo es que no es como si tuviera tiempo que malgastar dada mi situación.
- Hmm ya veo, estás obsesionado con el tiempo.- Reaper siguió a Will hasta la puerta del baño donde recibió un portazo en la cara.- Es bastante gracioso para alguien a quien se le está acabando.William salió del cuarto de baño tras unos minutos con la ropa puesta, tenía tanta prisa que no sabía si estaba bien vestido, pero eso ahora no le importaba, cogió su abrigo, el reloj y su teléfono y lo repartió todo entre los dos bolsillo, una vez hubo terminado agarró un lápiz y escribió en un post-it lo siguiente:
Mamá, si no me ves en la cama cuando llegues no te preocupes, estaré en casa de Lethe, si aun así te sigues preocupando como siempre haces llámame al teléfono.
Al terminar de escribir firmó la nota y la pego en la puerta de su habitación.
Cuando llegó a la puerta de entrada cogió un paraguas y las llaves y salió con prisa. La lluvia había hecho que las aceras estuvieran resbaladizas y que el ambiente oliera a tierra mojada.- Me encanta el olor después de la lluvia.- Dijo la muerte mientras seguía a Will corriendo.
- ¿Cómo es que no estás cansado?- Preguntó el chico entre suspiros por la falta de aire.
- Parece que estoy corriendo, pero en realidad estoy flotando.
- ¡¿Puedes flotar?!
- ¡Por supuesto que no! ¿No notas el sarcasmo? Lo que pasa es que necesitas hacer más ejercicio.
- No soy muy fan del ejercicio.
- Y yo no soy muy fan de no hacer nada durante horas por que tú estés escribiendo, ¿Qué estás escribiendo si quiera?
- Eso no te interesa.
- Sí que me interesa, si no me interesase no te estaría preguntando.
- No te voy a decir nada.
- Ugh, de acuerdo.Tras poco de correr, William puedo divisar la casa, tenía las luces de fuera encendidas al igual que las de adentro. Will se detuvo antes de llamar al timbre y se giró hacia Reaper.
- Reaper, preferiría que no me molestaras, es el primer amigo que he hecho en años y si me ve hablando con alguien invisible probablemente piense que estoy loco.
- Capiche, nada de molestar.Al fin llamó al timbre y esperó frente a la puerta cerrada a que alguien le abriese. No paso demasiado tiempo hasta que Lethe abrió la puerta y miró sorprendido a William.
- Vaya Will, pensé que no vendrías.- Dijo mientras lo invitaba a pasar
- Perdón por llegar tarde, no me di cuenta de la hora hasta hace 15 minutos.
- No pasa nada, solo estoy sorprendido porque dijiste que no ibas a venir.- Parecía que con la prisa por llegar a hablar con Charlie se le había olvidado mencionarle que al final sí que iba a ir.
- Aghh, pensaba que te había dicho que si venía.
- No te preocupes, mi madre parece que tiene un sexto sentido y también ha preparado comida para ti.
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Mi Última Sinfonía (Antiguo borrador)
Tiểu Thuyết ChungMi ultima sinfonía, mi gran despedida, mi amada inacabada. Es lo único que logró recordar haber escrito. La tinta se escapó entre las páginas de aquel cuaderno y las palabras se fueron volando como pájaros junto a mi imaginación. Perdí las esperanz...