CAPITULO V

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         Ciudad de Theed , en el planeta Nabbo ....

         - ¡ Asciende Han !- grita Luke Skywalker desde la torreta , al  percibir el peligro .

        Años de amistad y trabajo en equipo , hacen que Han confié en Luke con los ojos cerrados . Así que deja de disparar a los AT-DP y eleva los mandos , acelerando los motores .
        Instantes después , una descarga de energía en forma de cúpula , inunda a toda la ciudad .

        - ¿ Eso ha sido un arma de iones ? - pregunta incrédulo Han .

        - O algo parecido . Las fuerzas terrestres imperiales habrán quedado incapacitadas  - dice Luke .

         - Chewi avísame cuando  se  pasen los efectos del arma . Y recemos porque los impes no lancen un bombardeo orbital - dice Han Solo mirando hacia la estratosfera , donde aún se libra una batalla estelar .

           ☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆

        Planeta Mustafar , en el borde exterior....

        Nada más bajar de la rampa , Mara se encuentra con un control de seguridad . Mientras avanza la cola , se mantiene calmada , pero a la vez muestra una descarada curiosidad , como sería normal en una joven teniente que llega a un nuevo puesto .
         La lanzadera había arribado en pleno día . No era la primera vez que estaba en Mustafar . Aunque aquellas veces había sido como parte de su entrenamiento .
          Pero está vez , el planeta estaba teniendo una actividad frenética , a la vez que inusual .

        - Inserte la tarjeta - ordena  el soldado de asalto de magma , que porta la armadura negra , líneas rojas distintivas y los tubos de  respiración acoplados al casco .

        Sin mostrar ninguna emoción Mara obedece . Antes de llegar al planeta Devon y de ahí abordar el destructor estelar del Moff Aisen , Mara había comprobado su tarjeta de identificación .
      Sev, el joven pirata informático había hecho un buen trabajo , clonando una tarjeta imperial y colocando su nueva identidad .
        El pequeño foco del lector se encendió en verde .

        - Puede pasar  - le dice a Mara y mira tras ella - Siguiente .

         Dejando atrás el control de seguridad , Mara se une a uno de los grupos de recién  llegados , para no llamar la atención .
        Se sentía extraña . Por un lado se estaba colando en un mundo dominado por el Imperio , donde si era descubierta , sufriría un intenso interrogatorio con sesiones de tortura .
        Sus captores pensarían que era una agente rebelde cuando en realidad , había sido Talon Karrde líder de contrabandistas quien la había enviado .
        Por otro lado , necesita saber la verdad . ¿ Su maestro seguía vivo ?
         Mientras camina , ven que los imperiales que llegan suben a diferentes vehículos de superficie juggernaut .
        Antes de subir a bordo a uno de ellos , y  tomar asiento , mira  hacia el recién creado espacio puerto .
        Entonces  le ve . Entre los que llegan , se encuentra la figura solitaria y tenebrosa de un  Inquisidor . Al verle , todos los imperiales se apartan , mientras él , camina con paso firme , sin mirar a nadie .
         Varias emociones pugnan en Mara . Esperanza , mezclada con dolor e ira . Esperanza de que su maestro siga vivo . Ira , porque el Emperador haya decidido contactar con inquisidores antes  que con ella . Inquisidores , a los que Mara considera matones sin un ápice de sutilidad .
        Y por último dolor , porque ese debe ser su castigo  por haber fallado a su maestro .
         Casi siente deseos de , dar a conocer su identidad como Mano del Emperador , para que la lleven cuánto antes a la presencia de su maestro . Pero se contiene . Antes de dar el paso , debe averiguar la verdad . Entra en el vehículo que se va llenando .
         El motor del vehículo se enciende , y este se pone en movimiento .
        Mientras intenta calmar sus emociones , aclarar sus ideas , echa un vistazo al resto de la gente . Oficiales de bajo rango , técnicos y soldados de asalto .

LA SOMBRA DEL EMPERADOR - escrito por Jesús Quintela Navazo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora