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↳ Disclaimer: Ni Naruto ni sus personajes me pertenecen son del autor Masashi Kishimoto, yo solo los utilizo para crear esta historia.
Capítulo Corregido.
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(🩰) F i l t r e o : Coquetear o manifestar interés amoroso o sexual por alguien, sin intención de comprometerse
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Epifanías. Omnipresente como la súbita comprensión de algo, la última pieza de ese rompecabezas tan difícil, o también llegar a lo que parecía inalcanzable. Mirar el mismo punto sin verlo realmente.
Eso son las epifanías.
Hinata estaba segura de que estaba teniendo uno, en ese mismo momento. Si no fuera por eso, sería un derrame cerebral. O un paro cardíaco, o un paro respiratorio. No sabría decir si su corazón dio un vuelco en su pecho, y se sintió como si estuviera en una extraña película de terror cuando Sasuke se apartó de ella, sus ojos de ónix en él de una manera que la hizo querer llorar.
El aire estaba atrapado en sus pulmones y estaba empezando a asfixiarse. Se pararon uno frente al otro, el silencio tenso y casi enloquecedor.
— ¿Qué? — Hinata finalmente dijo algo, su voz sonó suavemente y claramente incrédula ante la situación.
Al principio, ella pensó que estaba bromeando. Una broma muy cruel y sin gracia, por cierto. No es que ella no pensara que no se lo merecía, pero él podía prescindir de ella, ¿o no?
— No te creo — Repitió en el mismo tono que antes — Y ahora que hemos terminado, puedes irte b- — Fue interrumpido.
— ¡Sasuke-kun!~ — La voz melosa chillante que alargaba las "u" vino de la habitación. Hinata apartó la mirada de él y miró hacia el pasillo — ¿Vas a tardar mucho? ¡Estoy lista!~
Ella lo miró de nuevo antes de empujarlo fuera del camino, con fuerza, para que pudiera pasar; la sangre le subía a la cara y sus manos se apretaban en puños. Él no fue tras ella, lo había tomado por sorpresa. Hinata caminó hasta el frente de la puerta del dormitorio, que estaba abierta, y se detuvo justo ahí.
