Las cartas que jamás te di.

No merezco amarte.

¿Conoces el significado de acobardarse?

Sabes lo que es perder el valor de enfrentar tus miedos. Ser incapaz de confesar la verdad y decir lo que piensas y sientes.  Yo lo he experimentado. He contemplado cara a cara el miedo, y vivido con él muchísimos años. Pero jamás en mi vida, había sentido el terror que siento ahora junto a ella. Junto a ti, Violett.

Soy un cobarde. No puedo verte a los ojos sin sentir la necesidad constante de confesar mis pecados. Pero no quiero. No, no puedo contarte la verdad de quien soy. Si tan solo supieras lo que he hecho. Te aseguro que me odiarías.

Soy un cobarde. Un maldito hijo de putas. El miedo impregna cada parte de mí, cuando te veo. Ni siquiera soy capaz de ver mi reflejo frente al espejo, temo que me muestre lo aterrado que me siento. Y lo odio, porque se, que los espejos no mienten.

Contigo la vida se me vuelve una cuenta atrás, donde los recuerdos dan la vuelta en el último momento, me atormentan. Luego desaparecen. Se quedan. Florecen. Avanzan con lentitud para torturarme. Alejarme de ellos, es como desear correr con un corazón de cemento. Como si los dioses te dieran la espalda.

En muy raras ocasiones he perdido el control de mí mismo, pero no puedo controlarme si se trata de ti.  Desearía poder hacerles el amor a mis guerras y jurarme la libertad eterna. Pero, debo cargar con ella. Silenciar mis demonios. Obligarlos a mantenerse en la oscuridad.

Violett, no tienes ni puta idea del amor que deseo darte. De la cantidad de canciones que me recuerdan a ti. De los miles de versos que escribiría solo para ti. No deseo dejarte escapar, porque se, que estaría perdido. Pero deseo respetar tus alas, coger aire y seguir adelante. Porque temo que mi agonía, te hunda en la desesperación.

Temo, que los recuerdos de un posible amor entre tú y yo se hundan en medio del mar. Y que la tristeza y el desamor, se conviertan en tus nuevos amigos. No me perdonaría si te vieras en la imperiosa necesidad de recoger tu corazón roto.

No puedo negarme que deseo coger tu mano por primera segunda vez. Verte brillar, ante los ojos que te hacen grande. Pero la libertad de mis secretos, seria perderlo todo.

Por ello, como un buen cobarde. Deseo que encuentres al único hombre merecedor de tus sueños. Que pasemos paginas y nos volvamos, temática. Libros. Estanterías. Bibliotecas. Historias distintas.

Te quiero. Mi hermosa Perséfone. Y me temo que el amor es, como dijo un escritor.

Una jaula abierta al cielo.