Hay una diferencia entre ser poesía y ser poeta.

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Existe una leyenda japonesa, que cuanta que las personas destinadas a conocerse tienen un hilo rojo atado a su dedo meñique.

Se dice que el hilo nunca desaparece y que permanece constantemente atado. El hilo rojo puede enredarse, estirarse, tensarse o desgastarse… pero nunca romperse.

La mitología japonesa es un sistema extremadamente complejo de creencias, y tienen mitos, leyendas e historias para todos los gustos. Ya que, si hay algo por lo que los japoneses sientan verdadera pasión, eso, es él amor. En lo personal esta es una de mis favoritas. No hay nada mas complicado que el amor. Si las cosas salen mal, darás mil vueltas a todo lo que ha podido influenciar en la situación.

Creo fielmente en el amor, es la cosa mas maravillosa del mundo, algo capaz de consumir los miedos e incendiar un polo. Pero, jamás había creído en el destino, nunca considere que alguien fuese indispensable en mi vida. y ahora, aquí estoy, queriéndote en cada insignificante momento de mis días.

Comencé a acostumbrarme al eco de tu voz en mi corazón. El modo en que pronuncias mi nombre, a los esporádicos momentos en los que me llamas Perséfone. Comencé a desear poder aliviar tu dolor, desaparecer tus miedos, quiero romper tus inviernos, y regalarte un enjambre de abrazos para tu éxito. Deseo con exasperación acariciar tus alas y hacerte recordar que puedes volar. 

Anhelo que los imposibles desaparezcan para ti, quiero darte razones para que te quedes, para que me muestres tus locuras. Para que dejes de temerle a tus accidentes.

Aedas, no deseo detenerte. Quiero protegerte de los miedos que posees, ansío cortar las cadenas que te condenan al silencio y la soledad. Déjame apagar las voces de los que te hacen sentir pequeño, porque ellos no merecen verte crecer. 

Procuro guardarte el mayor cariño que hayas conocido jamás, déjame adorarte como lo mereces, venerarte hasta que nos quedemos sin estrellas que contar.

Mi estúpido dios del inframundo, te quiero. Quiero todo de ti, cada parte, por pequeña que esta sea, la quiero. Pero sobre todo a ti. Siempre a ti. Por favor permíteme amarte, porque entre mi piel y mi alma, estás tu.

Por siempre tuya, Perséfone.

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⏰ Última actualización: Mar 07, 2022 ⏰

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