Q-u-i-n-c-e

17 3 0
                                    


Capítulo quince

El mes se pasó despacio, como a cámara lenta. Allí perdía completamente la noción del tiempo, si no fuera porque había un calendario en la habitación perfectamente podría decir que habían pasado tres años. Ni mis tíos ni Max vinieron a visitarme, no sabía si se podía pero ahí estaba yo, esperando que vinieran como una idiota. Intenté relajarme cada vez que me enfadaba pero, a veces no funcionaba. Ya me habían castigado unas dos veces, aunque eran pocas para un mes. El transcurso del día pasó normal, me lo pasé asistiendo a clases, a la biblioteca, a los jardines en los descanso. No era más malo que la escuela, era invisible y eso me gustaba. Lo malo era aguantar a ese estúpido chico. En las visitas a Austin, él no pudo obtener nada. Era una hora de completos monosílabos. Si estaba cansado de mí, no lo parecía.

Antes de la hora de dormir, todos se juntaron en un punto de la habitación mientras escuchaban hablar a el chico estúpido cuyo nombre no sabía. Todos menos yo, claro. Se quedó en su parte de la litera leyendo. Sin embargo, ponía la oreja para saber de qué hablaban.

Todo iba bien hasta que escuché a ese mismo chico hablar de un libro que yo había leído. Paré de leer y me junté en el grupito que se formaba apoyando mi hombro en una barra de la litera y cruzando los brazos.

-Little womans. Un libro estúpido, que le gusta a gente estúpida.

¿Este memo leía? Venga ya. Era increíble e imposible de creer.

-Trata de una chica idiota que sufre desgracias en su familia y quiere ser escritora, ¿escritora? Venga ya, no me jodas...seguro que quisieron publicar su libro por lo pensada que era la tía. Lo que debería de haber hecho en vez de escribir su vida la cual no le importaba a nadie, es ir a la cocina a cocinar para su marido. Porque otra cosa, ella no termina casándose con nadie, quería ser algo así como independiente en la vida.

Me hervía por dentro la sangre, en cualquier momento iba a saltar y no me iba a controlar. ¿Cómo podía decir tales estupideces? Cada uno tiene sus opiniones, por supuesto pero eso que estaba diciendo no estaba nada bien.

-¿Hay algo más interesante, Dave?- preguntó un chico de por ahí. Así se llamaba ese idiota de chico.

-Nada. El libro en sí es una mierda.

Y, plof, adiós a mi autocontrol. Quería dejarle callado sin necesidad de usar los puños. Quería y tenía que usar el poder de las palabras. Por mi propio bien.

Reí falsamente y sonoramente- ¿Eso es lo que piensas?

-¿Es que no me escuchas cuándo hablo?- Dave ya estaba enfadado con mi presencia.

-¿A la gente como tú? No- me encogí de hombros y seguí hablando- El libro está bastante bien y no es para nada estúpido. Si ella no quería casarse es totalmente comprensible. En es época, era casi una obligación casarse, el hombre lo tenía fácil, la mujer no. Todo pasaba a ser de él, ella solo "servía" para hacer las tareas domésticas o coser, entre otras cosas. Eso si eran de familia pobre, si eran ricos la mujer no valía nada y básicamente entregaba su vida y libertad a su marido. Así que entiendo que no quiera casarse, yo haría lo mismo.

-¿Estás muy bien enterada del libro, no?- metió sus manos en los bolsillos del pijama y me miró con una mirada traviesa y sonrisa burlona, acercándose un poco.

Ellie, the indomitable (Ellie, la indomable) Saga literaria de Stranger Things. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora