Capítulo 2 - Bolas de pelos

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Wuenas wuenas.... al inicio los capítulos son cortos, pero no se desesperen :)
Espero disfruten

* * *

23 de marzo 2016

Antes de hablar de otro tema, esos seres humanos que nos acompañan en todo momento, se merecen ser prioridad ahora. Nuestras mascotas.

Ok en eso también es numeroso, así que pónganse cómodos, que ahí les va la explicación.

Hace unos 10 años, antes de que nos mudamos, Julie quería una mascota, ya tenía 12 así que bueno era capaz de cuidar de otro ser humano, así que mi padre adoptó un perro, no muy grande, pero muy cariñoso.

Esa bola de pelos era mascota de todos (no ha muerto, no se preocupen), todos le abrazábamos y lo acariciamos, pero dos años más tarde, ya en Londres, Amélie quería su propia mascota.

Mis padres lo consideraron mucho, ya que ya había un perro, pero al final decidieron que cuando cada uno de nosotros cumpliera 12 nos iban a regalar una mascota, con la condición de que nosotros nos haríamos cargo de ella, podía ser lo que quisiéramos, que fuera considerable y posible... claramente no nos iban a comprar un poni.

Así cuando Amélie cumplió 12 le compraron un conejo, copo, que si no pudieron adivinar es blanco.

A Stephane le compraron un perro, un poco más grande que el de Julie, pero muy amigable y obediente.

Cuando llegó el momento de que nos compraran a Colin y a mí, queríamos un gato, sin dudarlo. De preferencia negro, y así es como llego Yin.
Pero hubo un problema ahí, a mi hermano y a mi por ser gemelos compartiríamos mascota, muy injusto lo sé.
Y aun más si esa bola de pelos negra solo le hacía caso a mi hermano.

Mis padres se dieron cuenta y días más tarde me sorprendieron con Yang, otra bola de pelos, que ahora es mi otra mejor amiga.
Y si aún no conectaron las cosas, Yin es negro, y Yang es blanca, y juntos hacen a Yin y Yang.

La verdad es que se llevan bastante bien.

Después de unos años, empiezo a pensar que no son gatos, son más como humanos o monos, ya que se la pasan colgados de nosotros, de una forma que parecen bebés, y cuando uno los llama, bien que nos entienden, solo que se hacen los que no.

Por último, hace un año Matt cumplió 12, y le compraron un hurón, muy gracioso ese animal, pero también leal y se ve que mi hermano y él se llevan bastante bien.
Hasta creo que el hurón se comporta mejor que é​l.

Así es, 8 personas, 6 mascotas, seguro pensaran que mi vida es un tremendo caos, pero la verdad que ese caos es mi normalidad, y me gusta bastante.

Mientras pasan los añosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora