Capítulo 46 - Hijo de Santa

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24 de diciembre 2016

NAVIDAAAA NAVIDAAAAD HOY ES CASI NAVIDAAAD

Aún es la mañana del lindo 24 de diciembre, hoy es nochebuena y mañana es navidad y cumpleaños de Matt.

Buena y mala suerte que le tocó nacer en este día festivo, pero creo que si lo disfruta y hasta tenemos una tradición, pero no la contaré hasta que yo vea que ese niño se durmió, porque es capaz de mirar la libreta.

Comenzaré contando sobre el viaje, fue largo pero tranquilo. Primero salimos a las 7 am de mi casa para ir a la estación del tren. Todos con una maleta grande y una mochila en la espalda. En el caso de mi madre y Julie, un bolso.

Nuestro tren salía a las 8, en lo que esperábamos fuimos por un café, unas donas y al baño. Esta vez nadie se perdió, todos nos mantuvimos juntos, hasta que vimos los asientos que eran para nosotros, rara vez mis padres logran encontrar ocho lugares juntos. Matt, Julie y mi papá estaban dos filas detrás, el resto estaban uno cerca del otro. Son líneas de tres, entonces Amelie se sentó con nosotros.

Ella pidió la ventana, ni Colin ni yo nos opusimos. Platicamos sobre lo que aprovecharemos a hacer en Francia, los últimos días antes de volver a casa, estaremos en París, por lo tanto haremos unas compras.

Amelie nos contó que quiere conseguir hacer un truco en snowboard, Colin solo quiere sentir la velocidad en los esquís y yo, quiero no caerme en el intento de snowboard.

Todos sabemos a esquiar desde que somos pequeños, esto de ir a la montaña en navidad es otra de las tradiciones. Por lo tanto, todos podemos manejar esto. Se usar los esquís, me he caído, pero me dio curiosidad el snowboard. Mi hermana Amelie me dará clases, ya que ella es una experta en eso.

El viaje no es tan largo pero aun así nos dormimos un rato y alcanzamos a ver un capítulo de una serie muy rara. Llegamos a París y uno de mis tíos nos estaba esperando, nos dirigimos a su casa y ahí nos acomodamos para ir a la montaña. Mis otros tíos se adelantaron, pues fueron a hacer parte del super.

Nos subimos a una camioneta, por fin pudimos ir en una los primos y en la grande los primos. Eso no había pasado pues ninguno de los primos era lo suficientemente grande para poder manejar y para que los padres le tuvieran confianza de llevarnos. El hijo mayor de mi tío cumplió recién 20, aunque ya puede manejar desde antes, mis padres y tíos aun no le otorgaban esa responsabilidad.

Pero por fin ocurrió, así que íbamos aplastados siete gentes en la parte trasera. Fue una mañana interesante.

Nuestra primera parada era el supermercado, nos bajamos todos, los padres nos repartieron listas por tríos. Tomamos un carrito y fuimos a por la comida.

Como somos demasiados en una misma casa por varios días necesitamos de todo.

Literalmente de todo, dulces, snacks, bebidas para ejercicio, fruta, proteína, carbohidratos. DE TODO. Además mucho de todo, por eso nos dividimos para comprar lo necesario. Ya si necesitamos algo, hay un mini super en la montaña.

Este año a mi equipo le toco los dulces y snacks, mis pasillos favoritos. Tomamos gomitas, paletas, chocolates, barritas, palomitas, bombones, galletas, cosas saludables para las gentes fits y healtiiis. Tomamos demasiado, nuestro carrito se llenó. Lo sorprendente es que si se acaba.

Más tarde pagamos cuentas, subimos todo a las camionetas y nos encaminamos para la montaña, sería un viaje en carretera de seis horas, por lo tanto nos acomodamos estratégicamente para dormir y descansar. Mi primo manejó en todo momento y tuvo de copiloto a su hermano, a Stephan y a Amelie.

Mientras pasan los añosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora