Capítulo 7 - Pares

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15 de abril 2016

Bien, ya casi le cuento todo lo mío y de mi familia, pero considero que aún hay algo importante... los segundos nombres.

Antes de empezar, deben de saber que mis padres se pusieron bastante creativos en ese aspecto... pero bastante.

Pero creativos, ¿cómo?

Ok nuestros segundos nombres no son extraordinariamente raros, o feos, pero querían que combinarán.

Eso sí todos nuestros nombres son franceses y hay muchas "e"s finales que no se pronuncian... algo estúpido escribirlas, pero ahí están de puro adorno.

Lo que luego causa mucho problema aquí en Londres, porque quieren pronunciar esa letra, que es como prohibida.

Hubo un tiempo que en cuarto grado, la maestra sí pronunciaba esa "e" final de mi nombre, pero me di por vencida de corregirla, entonces lo pronunciaba Èlise y no Èlis.

Y no es como que pudiera usar el segundo nombre para facilitar eso, ya que también tiene una "e" final. Eso sí, adornan lindo el hombre al escribirlo, pero como dan lata.

En quinto grado, cambié de maestros y por suerte todos después de la primera o segunda corrección, supieron cómo pronunciar correctamente mi nombre.

Así fueron los siguientes años, solo ha habido unos pocos que desde la primera no la pronuncian y reconocen que el nombre es francés y después me preguntan "¿eres francesa?", a lo que respondo tímidamente que sí y así es como perdemos 10 minutos de clase, mientras el maestro me pregunta cómo es que terminamos ahí, lo que me da flojera responder, porque no me gusta hablar mucho de mi, y claro eso ha sido el único inconveniente para lograr pasar desapercibida en la escuela, sin embargo estos últimos años no he cambiado demasiado de maestros, lo que facilita que no tenga que estar presentándome una y otra vez.

Ahora únicamente en mi grupo (de amigos o salón), pronuncian la "e" para molestarme, lo cual me da gracia. La mala suerte para mí es que Colin no tiene ese problema, entonces él también contribuye a la molestación.

Bueno empezaré con la lista, para que entiendan mejor la situación, aunque no ha sido autorizada de ser escrita, pero a nadie le importa eso, así que continuaré :)

El primer par, para que comprendan cómo combinan, Julie Adelaine y Amélie Jocelyne. Así es mis padres quisieron que fuera con las mismas letras iniciales, solo que en diferente orden.

Esto lo iniciaron cuando nació Amélie, solo por diversión, les gusto mucho, que combinaron los demás ... lo que un padre normal haría:  ponerle a su bebé dos nombres, porque le gustaron y no se pudieron decidir solo por uno.

Definitivamente Marcel y Maxine Bonnet no son unos padres normales, ellos solo necesitaron dos letras para cada par de hijos.

Después. Se supone que tendría que ser mi hermano Stephan, pero ¿qué creen? llegaron gemelos y los planes cambiaron.

Así que somos Colin Étienne y Èlise Camille, no me quejo, son lindos y además mi segundo nombre es el nombre de mi abuela paterna... un detalle lindo.

Pero imaginense mis padres tuvieron que buscar 4 diferentes combinaciones, cuando aún no sabían nuestro género, ¿cuánto tiempo libre tendrán?

Por último Stephan Marius y Matthieu Sébastien. Y así es como mis padres se pusieron creativos.

No muchos saben nuestros segundos nombres, por eso es que la lista es secreta... shhhhh ustedes no saben nada.

No es que no nos gusten nuestros segundos nombres, solo que cuando los décimos y se dan cuenta de que "combinan"... es vergonzoso. Mis padres se ponen a hablar y hablar de lo complicado que fue encontrar los nombres y de paso nos ventanean, por eso nos pusimos de acuerdo los seis en nunca, pero nunca sacar el tema de los segundos nombres. Y si el tema se aproxima, lo cambiamos a toda velocidad.

Hace tres años en una comida con más familias terminaron hablando de cómo Amélie lloraba porque no le gustaba lavarse los dientes, y años atrás de cómo Stephane aun mojaba la cama a los 6.

Cómo salieron esos temas, de estar hablando de los segundos nombres, ni Dios sabe. Por eso es muy peligroso y tenemos que estar muy atentos que nadie menciona nada al respecto.

Algo positivo es que tenemos más apodos y es gracioso pronunciar las "e"s impronunciables. Mis padres se molestan un poco por eso, pero al final todos terminamos riendo.

Pero en fin, nuestros segundos nombres son un secreto y cuando se lo contamos a alguien es porque ese alguien es especial, ya que es una platica algo larga y probablemente vergonzosa... hasta este punto no se lo he contado a nadie, y si lo hago algún día, tendrá que prometer no decir nada y no burlarse, de la fantástica y creativa idea de mis padres :)

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