𝐵𝑒𝑠𝑜𝑠 𝑡𝑖𝑒𝑟𝑛𝑜𝑠

𝑑𝑜𝑠 𝑝𝑎𝑙𝑎𝑏𝑟𝑎𝑠

⊹⊹⊹

Jaemin lo miraba atentamente, por alguna razón le parecía divertido todo lo que estaba pasando y el como Jeno insistía para poder jugar a pesar de que no estaban libres.

—No.

Estaba esperando una respuesta, y a pesar de que llegó no era lo que esperaba.

—¿Que?

—No me gustan los niños.

—Pero...

Sonó el timbre indicando que terminó la clase, observó como Jaemin recogía los colores y la borra, y metía todo en su bolso.

—Asi no es la respuesta.

Y Jaemin lo sabía, pero sintió un poco de miedo, asi no lo habían criado, se suponía que solo podía gustarle las niñas y salir con niñas, pensó que no debía importar porque solo era un juego, pero ese pensamiento que el mundo le había hecho creer hizo que simplemente sucediera de esa manera.

—Perdón, pero no, no quiero casarme con un niño.

Jaemin volvió a sonreír tan amigable como siempre lo hacía.

—Mañana encontraré una niña para que pueda ser la novia, Adiós.

Y agitando la mano salio del aula dejando a un Jeno desconcertado.

—Se supone que es solo un juego, no es enserio.— susurró para si mismo.

···

Seulgi terminaba de servir la cena, agarro la jarra con jugo la cual sirvió en tres vasos, dos de vidrio y un vaso rosa, el favorito de Jeno.

Él la observaba desde el comedor esperando con hambre pero pacientemente, no era costumbre hacer algún berrinche o ponerse fastidioso por tener hambre, tal vez porque sus padres nunca le permitieron una escena de rabieta, no le cumplían sus caprichos a menos que se lo ganara.

Su padre Taeyong se acercó a Seulgi dándole un dulce abrazo por detrás, Jeno los observaba atentamente, veía como sonreían, dialogaron en susurros para entonces ayudar entre los dos a llevar todos los platos a la mesa para empezar a comer.

Mientras comían era costumbre preguntar cómo habían sido sus días, que tal la pasaron y que hubo de interesante.

Y cuando fue el turno de Jeno hablar, sus padres prestaron mucha atención a las palabras de su hijo.

—Hice un amigo, es muy gracioso y hablador, jugamos pero no pudimos seguir porque el recreo terminó muy rápido, pero me gusto.

—Me alegra que te haya gustado tu día.

Jeno se refería a su nuevo amigo, no a su día, pero no era necesario específicar... ¿o si?

—Bueno, yo debo trabajar mañana— Taeyong se levantó del asiento —No creo que te pueda ayudar a lavar los corotos estoy cansando, pero mañana yo hago la cena y los lavo.

—Esta bien amor, ve a descansar, te amo

Taeyong se inclinó y le dió un corto beso en sus labios.