Adicto a ti.

793 68 11
                                    

-S...¿Sebastian?¿Podrías colocarte tu ropa, por favor?- Está nerviosa... ¿Podría sacar provecho de una situación así, cierto?

-¿Por qué mi ama?¿Le molesta, me veo mal?-Tomé su mano y la coloqué en mi pecho, de tal manera que ella pudiese sentir los latidos de mi corazón, pudiese sentir mi calor y se diese cuenta de cómo reaccionaba mi cuerpo ante ella.

Retiró su mano con brusquedad, mientras miraba hacia el piso, me había rechazado por segunda vez, ¿No le gusto? ¿O es demasiado tímida como para admitir sus sentimientos? Su tacto tan cálido y delicado se quedó impregnado en mi piel, aún podía sentirla.

Continué cepillando su cabello, con el único fin de poder seguir aspirando su aroma, hasta que vi su rostro y ella estaba profundamente dormida.

La cargué con sumo cuidado, su piel se sentía fría al tacto, ella estaba temblando, ¿¡Cómo pude haber sido tan descuidado!? La estreché contra mi pecho, abrazándola fuerte, casi como reflejo su frágil cuerpo se acercó hacia mi, escondiendo su delicado rostro, aunque ella continuaba soñando, no estaba consciente de lo que hacía.

La coloqué en su cama y la cubrí con sus cobijas, en unos cuantos minutos dejó de temblar, se veía muy plácida y tranquila durmiendo de esa forma y sus curvas se marcaban hasta bajo las telas que la cubrían.

-S...Sebastian -Dijo mi nombre mientras dormía, utilizando un tono suplicante, ¿Tal vez ella también pensaba en mi de la misma manera que yo en ella?

No podía aguantar más, necesitaba tenerla entre mis brazos más tiempo, aunque sea un segundo, aunque ella no lo sepa, me había decidido, profanaría esas sábanas con mi forzosamente camuflado y prohibido querer. Despojé su cuerpo de aquella roja sábana y me adentré en los secretos que guardaba su colchón, sintiéndola, su tacto y olor eran como una droga para mi.

Al fin, con ella cerca sentía que podía descansar, no podía creer como esta chica pudo llegar tan rápido a mi, y sin hacer nada en absoluto, solo la contemplé, durante toda la noche, no podía permitirme dormir, pasé hora tras hora memorizando sus facciones, su orden y su delicadeza; para así, al día siguiente no extrañarla tanto cuando no la vea, para, de esta forma tenerla en mi subconsciente por el tiempo que perdure mi demoníaca vida.

En la mañana, mi sueño llegaba a su fin, momento de volver a la rutina, tiempo de tenerla cerca, más no poder tocarla, tener su presencia, mas no su esencia.

Me levanté de la cama de mi lady y la acomodé con cuidado, regresé mi vista hacia un baúl algo rústico, y me topé con aquél pequeño felino que me había cautivado horas antes, lo tomé entre mis manos y lo acaricié un poco, sentía como su ronroneo me hipnotizaba, como un animal tan pequeño puede llegar a ser tan grande e importante para mi.

Al darme cuenta, ya era momento de empezar mis labores del día, las 4:30, debía preparar el desayuno de mi lady y llevárselo a su habitación, vestirla, peinarla, todo relacionado con Marianne, me hacía tan feliz el hecho de que todo gire a su alrededor.

Sigilosamente salí del pequeño cuarto para empezar con todo que se me ha encomendado, permitiendo que continúe durmiendo con placidez.

------------------------------------------------------

Hola! n.n ¿Qué tal están? perdón por tardar tanto en actualizar, en mi casa se han suscitado ciertos problemas que me incluyen especialmente a mi u.u (no... no tomo drogas xD) de verdad lo siento, pero entre los problemas, mi familia y el instituto, se me ha hecho un poco difícil, de verdad muchas gracias por el apoyo que me brindan, no sé qué haría sin ustedes, les adoro ^^ empezaré a actualizar una vez cada mes, aunque quiero también sorprenderlas con un especial... en algún día libre que tenga :3

De verdad, espero disfruten este nuevo capítulo y, nos vemos en el siguiente! n.n


Kuroshitsuji: La historia antes de lo conocido.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora