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Jungkook había despertado primero, aun con el delicado y desnudo cuerpo en sus brazos, agradecido y feliz de que todo no fue solo un sueño.

Todo era real.

Su alfa gruño con orgullo levantando en alto la cabeza e inflando el pecho cuando el omega se removió dejando ver su marca, y bajo el rostro al rincón del cuello para empezar a dar pequeños besos a su alrededor, y seguidamente lamerlo, consiguiendo despertar al menor lentamente.

­—Bebé hay que regresar a la ciudad— informo el alfa besando la mejilla.

— Si— respondió el omega acomodándose mejor en los cálidos brazos, durmiendo otra vez.

— Bebe— volvió a llamarlo suavemente.

La mano del omega salió debajo delas frazadas, buscando el rostro del mayor, aun con los ojos cerrados palpo la cara y le tapo la boca.

—Cállate.

(...)

La alegría de la Nana Agatha fue grande cuando vio a su niño bajar de su auto acompañado de Jungkook, después de meses sin verse se abrazaron durante un largo rato, los empleados aun aguantaban la respiración mirando con asombro al alfa, pues aun no podían asumir que el nuevo dueño de la mansión era un sangre pura, el asombro creció cuando vieron a su jefe omega portando orgullosamente la marca del alfa.

La mansión volvió a su actividad, los empleados cumpliendo las indicaciones de la Nana, quien emocionada ordeno que prepararan la comida favorita de su niño.

Uno de los empleados recién contratados, quiso fotografiar disimuladamente a Jimin con la marca del alfa, una fotografía como esa valdría mucho dinero en los medios.

Pero la pequeña cámara le fue arrebatado con fuerza por el propio alfa causando pavor de la persona que fue descubierto.

— Agarra tus cosas y lárgate de aquí— ordeno terminante, mirándolo con rabia— no quiero que nadie perturbe la tranquilidad de mi omega, si alguien vino con segunda intención en esta mansión en vez de trabajar les doy la oportunidad de retirarse ahora mismo porque si descubro una estupidez como ésta­ — mostró la cámara a los empleados lanzándolo al piso con rabia, haciéndose añicos en el piso— no tendré contemplaciones— amenazo intimidante.

Jungkook era muy educado con la gente de servicio, nadie podía discutir aquello, él mismo fue quien le pidió nuevamente a Agatha para volver a quedarse para ayudar en la mansión, pero ese día los empleados estaban presenciando que aquel alfa podía volverse realmente violento y hasta peligroso tratándose de su omega.

La vieja omega se inclino cerca de Jimin y con una sonrisa plantada en el rostro y dijo en voz baja.

— Max ha reencarnado.

— Tal parece— contesto Jimin con asentimiento, giro desde su asiento mirando hacia atrás a Jungkook quien seguía regañando.

— Semejante alfa te conseguiste— le susurro la nieta de Agatha mirando como Jungkook causaba miedo a los empleados, ordenando enojado no perturbar a su omega.

— Es edición limitada— bromeo picando una aceituna haciendo reír a las mujeres

— ¿Qué es tan gracioso? — pregunto el alfa apareciendo detrás de Jimin abrazándolo y ocultando su rostro en el rincón del cuello, alargando los labios para poder besarlo.

Era increíble como ese alfa podía ser tan intimidante, causaba terror con su fuerte carácter y con solo ver a su omega se volvía tan tierno y amoroso.

Omega Valiente (Kookmin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora