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Los dos se quedaron mudos al mirarse por primera vez, sus lobos estaban llamándose uno al otro reconociéndose al instante en el que sus miradas cruzaron, y todo pareció ir en cámara lenta, necesitaron horas, días, años tal vez para terminar de adorarse solo con la vista.

Jimin tragó saliva y agachó la cabeza mordiéndose los labios para no emitir un gemido de dolor, aquel omega malvado lo tomo desprevenido empujándolo contra los trabajadores, sintiendo dolor nuevamente en el tobillo, se sintió estúpido sentado en el piso y se levanto con un poco de dificultad.

Taemin sentía celos de ese omega, Jungkook ni siquiera lo escuchó, su atención solo recaía en el omega, es por ello, que cuando vio a Jimin salir lo empujó contra las personas, comportándose como el niño malcriado que es.

-Si, estoy bien- respondió una vez que se enderezó.

Jungkook parece haberse quedado hipnotizado mirándolo maravillado.

Era la criatura más hermosa que había visto y para su orgullo su alfa lo reconoció al instante.

Pero reaccionó cuando el omega dio un paso tratando de caminar con una mueca de dolor casi cayendo nuevamente si no fuera porque el alfa lo atrapo de la cintura.

-No lo estas, te lastimaste... ven conmigo, tal vez tenga algo para el dolor en mi oficina- dijo levantándolo del suelo llevándolo en sus brazos.

Jimin se sintió abochornado, nunca alguien lo había llevado en sus brazos y menos un alfa, solo su abuelo cuando era pequeño, se hubiera negado rotundamente y hubiera escapado de aquel alfa antes de que lo toque si su omega no le hubiera traicionado a tal manera al dejarse manejar tan sumisamente.

Jungkook lo llevó a su oficina y deseó que estuviera muy lejos para seguir manteniéndolo en sus brazos oliendo su maravilloso aroma y sintiendo como esos delicados brazos rodeaban su cuello agarrándose de él para no caer, para su mala suerte estaba a solo unos pasos.

Bajó a Jimin con delicadeza sobre su sillón de cuero y se le quedo mirando nuevamente. Parecía un niño embelesado con algo sorprendente.

Jimin carraspeo, y se rasco la nuca.

-Creo... que debería irme- comentó incomodo ante la intensa mirada del alfa.

Jungkook pestañeo varias veces volviendo de su ensoñación.

- No, te lastimaste- contestó negándose a dejarlo ir fácilmente- ¿cómo te llamas?- preguntó observándolo, para descubrir si el omega tenía alguna herida.

-Jimin- respondió estudiando descaradamente cada centímetro del alfa.

-Lindo nombre- comentó dedicándole una sonrisa, lo que provocó que el menor se ponga levemente colorado- Me llamo Jungkook... hm donde te duele?- preguntó inspeccionándolo nuevamente con la mirada.



-Creo que volví a golpearme el tobillo- Jungkook se agachó y le saco con suma delicadeza el calzado y las medias, notando un leve hinchazón en la zona.

-Espera aquí-dijo saliendo del lugar, momento después regresó rápidamente con una pomada antibiótico, vendas y pastillas en la mano.



Se arrodilló frente a Jimin y acaricio el tobillo con el pulgar, el menor dio un pequeño respingo y conectaron miradas, sintiendo una corriente eléctrica recorriendo sus cuerpos, Jungkook trago duro sintiendo lo suave y delicado que era el omega, su alfa lo apuraba con cuidarlo, hacer que deje de sentir dolor.

Puso un poco de la pomada en sus dedos y lo esparció suavemente en la zona, concentrado en calmar el dolor del omega.

Jimin se sintió tranquilo, la presencia del alfa le hizo sentir en paz y asegurado, y cuando el mayor tocó su piel, como un acto mágico sintió su tobillo calmar, la cual se permitió respirar disimuladamente el aroma del alfa.

Omega Valiente (Kookmin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora