Mi hermano junto a los Haitanis seguian jugando, yo mientras revisaba unas revistas que ví debajo de la cama de mi hermano, enserio que sinvergüenza. Suspire y dejé a un lado la revista. Rindo se me quedaba mirando algo tramaba y no era bueno.
-no los corro pero ustedes dos no tienen casa?-dije alzando una ceja-.
-si tenemos, pero nos quedaremos a dormir hoy aqui-dijo Ran sonriendo mientras seguía jugando-.
Me levanté y fui hacia la cocina, ya era hora de cenar y tenía que hacer para 3 monos y yo. Así que me puse en marcha me puse mi delantal y me lave las manos, luego camine hacia el refrigerador y saque los ingredientes necesarios. Luego me puse manos en marcha.
Escuché varios pasos corriendo hacia abajo, lo cual eran los 3 monos hambrientos. Acomode todo en la mesa.
Fui hacia la cocina a quitarme el delantal y lavarme las manos de vuelta al salir los 3 monos ya estaban sentados.-todo se ve delicioso!-comento mi hermano -.
-la comida de Nano siempre es deliciosa-comento con orgullo Rindo -.
Negué rotundamente con la cabeza y me senté, dimos las gracias por la comida y comenzamos a comer tranquilamente.
Después puse a los 3 monos a lavar los platos y limpiar la cocina, igualdad por favor.
Luego saque el futón que tenemos en un armario y lo fui a colocar a la habitación de mi hermano. También puse cobijas y almohadas para los hermanos Haitani.
Me fui a mi habitación a cambiarme, tenía planeado salir de casa y hacer mi venganza esa misma noche.
Apague las luces y cerré mi puerta escuché los pasos de los chicos subir y entraron a la habitación de en frente. Suspire y abrí la ventana, salí y baje con cuidado. Al estar abajo mire por última vez la ventana. Sonreí y salí corriendo de ahí.
Fui directo hacia Moebius.A la mañana siguiente estaba en mi quinto sueño o eso quería ya que el rayo del sol que atravesaba po mi ventana no me dejo más, me levanté y me estire, salí de mi habitación y fui directo hacia el baño. Entre y hice mis necesidades al salir me tope con los dos Haitanis.
Me mordí el labio inferior, enserio quería reírme pero no podía enfrente de ellos o me matarán, en fin sonreí a medias y fui directo hacia mi habitación.
Me daba gracia que en sus caras estaban rayadas de marcador. Me cambie y salí de mi habitación. Baje y me prepare el desayuno, un cereal, me da flojera cocinar. En eso mi hermano y los Haitanis bajaron.