CAPITULO 07.

271 34 20
                                    

—Deténgase— dijo Jimin hacia el taxista abruptamente— Bajaré aquí.

Pagó y bajó del taxi para caminar hacia la puerta de su novio, no tenía planeado verlo, pero al pasar por su casa le ganó la tentación. Tal vez podría arreglar las cosas con él, intentaría no tomar para tanto sus problemas.

Le llamó pero no hubo respuesta, volvió a intentarlo y suspiró al oír la voz que lo mandaba a buzón. Se puso de puntitas para alcanzar la maceta que estaba colgando como decoración en el umbral de la puerta y buscó la llave de emergencia que conocía bien.

Enterró la llave en la cerradura y abrió la puerta para después cerrarla a sus espaldas, se quitó la mochila de los hombros y la dejó sobre el sillón.

—¿Mingyu?.— preguntó en voz alta para ser escuchado por toda la casa

Apenas puso un pie en el primer escalón para subir las escaleras su novio apareció rápidamente con una toalla envuelta en su cadera, le sonrió a Jimin y bajó las escaleras para saludarle.

—Amor, ¿qué haces aquí?. No avisaste que vendrías.— dijo y tomó aire. Jimin frunció el ceño

—¿Estas sudando o te duchaste?.— preguntó al ver gotas de agua cayendo por su cuerpo fornido

—Acabo de salirme de duchar, me alegra que vinieras— Mingyu tomó la cintura de Jimin con delicadeza y besó sus gruesos labios—. ¿Ya estamos bien?.

—No lo sé— susurró Jimin y pasó sus manos por los hombros del contrario—. Creo que es serio el tema que ambos conocemos, ya no me siento cómodo cuando estamos en la intimidad.

—Lo resolveremos, veremos la manera, ¿está bien?.

Jimin asintió y sus labios fueron besados de nuevo, el rubio hubiera sonreído entre el beso en esos momentos, pero se sentía extraño, no sabía que venía a continuación y la idea de acostarse con Mingyu ya no le parecía satisfactoria.

Bien, el sexo en una relación no lo era todo, pero Jimin jamás negaría que era amante del sexo, le encantaba, como a cualquier ser humano, y no quería privarse de poder disfrutar de las exquisitas sensaciones como lo era el sexo.

Y sabía que estaba enloqueciendo cuando la idea de terminar con Mingyu solo por eso pasó por su mente.

💠

Taehyung apartó una mesa en la cafetería de la universidad y se dispuso a desenvolver su sándwich en lo que esperaba a Jimin, quien pocos minutos después llegó con el café de ambos y sus gomitas de cereza. El rubio se sentó enfrente de su amigo y este estaba mirando su comida sin ganas.

Jimin suspiró y le dio un sorbo a su café.

—Bien... ¿qué pasó esa noche?.— preguntó cortando el silencio y Taehyung jugó con sus dedos bajo la mesa

Pequeños recuerdos salían de su mente, estaban arrinconados pero no olvidados. Jamás podría olvidarse de un chico como Hoseok.

—¿Cual?— había preguntado totalmente dudoso, incluso, interesado, lo que hizo al pelirrojo sonreír

—Tú solo obedéceme— susurró y se acercó aún más a su anatomía—. Cierra los ojos, no los abras o contará como trampa, ¿está bien?.

Taehyung se limitó a asentir y cerró los ojos como le habían ordenado. Pudo sentir una mano cálida y grande sobre su brazo derecho, la mano se deslizó por su codo hasta su hombro, después pasó por ese hueco entre el hombro y el cuello, para finalmente terminar en su barbilla.

ambivalencia - 국민  KOOKMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora