CAPITULO 18.

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Jungkook después de salir de la universidad, fue a casa de Jimin directamente, entró —gracias a que el rubio le había dado la clave—, y subió las escaleras yendo hacia la habitación, entró y a ver a Jimin dormido sonrió y se acercó a su anatomía para acariciarle el rostro, el rubio comenzó a despertar y se colocó boca arriba.

—Llegaste.— murmuró y Jungkook asintió acariciando su brazo esta vez

Observó su cadena de plata en la muñeca derecha del rubio y sonrió aún más.

—¿Ya es tuya?.— preguntó señalando con sus ojos la cadena y Jimin rápidamente alzó ambas cejas

—N-no, lo siento no te la di... si quieres me...

—No no— negó Jungkook al ver que quería quitársela—. Puedes quedártela, es tuya, tendrás algo mío contigo así.

—Yo también debería darte algo entonces.

—Con un beso me conformo por ahora.— susurró y Jimin sonrió ampliamente para inclinar la cabeza y atrapar sus labios en un tierno e íntimo beso

Jungkook se acostó a su lado y lo abrazó, Jimin se escondió en la curvatura de su cuello mientras rozaba la punta de su nariz con la piel cálida del pelinegro. Se separó para verlo a los ojos y le sonrió una segunda vez, pero después recordó lo que habían hecho y le propinó un golpe en el hombro.

—¿Ahora que?.— cuestionó Jungkook confundido

—Me besaste otra vez— dijo Jimin frunciendo el ceño—. Puedes enfermarte.

—Yah, no importa, no creo enfermarme, te veo muy bien y yo tengo defensas fuertes— canturreó—. Estaré bien.

Jimin bufó y Jungkook le robó un casto beso.

—¿Como te fue?.

—Supongo que bien— se alzó de hombros—. Me darán los resultados en una semana o dos, ya casi cuando el semestre se cierre y nos graduemos.

—Verás que te irá bien— Jungkook asintió y Jimin le acarició las mejillas—. ¿Conoces algún trabajo?.

—¿Trabajo? ¿Para quien?.

—Para mi— susurró—. A mi mamá no le han llamado para otro servicio y... necesito dinero. La siguiente quimio está cerca y no tengo para pagarla.

—Joder— susurró Jungkook y se mordió los labios—. Yo... me encantaría dártelo pero, n-no tengo lo suficiente y hasta que mi madre no vea que pasé la estupida materia me regresará todo.

—No te preocupes, de todas maneras aunque tuvieras no lo hubiera aceptado. No tienes porque pagarlo tú— concluyó y ladeó la cabeza—. Ya veré que hacer.

—¿Eso te pone triste verdad?— Jimin asintió y su labio comenzó a temblar—. Oh no bebé, no llores. Ven aquí.

Jimin rápidamente se escondió en su pecho y comenzó a llorar mientras los fuertes brazos de Jeon apretaban su cintura, el pelinegro depositó besos en su cabellera rubia mientras que con una mano acariciaba su espalda.

—Veremos qué hacer— comenzó a hablar el menor—. No estás solo cariño, estoy aquí y voy a ayudarte.

—Jungkook— Jimin sollozó y lo abrazó más fuerte—. Gracias, gracias, gracias.

—Estaremos bien— susurró Jungkook y lo meció como siempre para calmarlo—. Tomemos la medicina y después comeremos algo, ¿está bien?.

Jimin simplemente asintió y se alejó, Jungkook le limpió las lágrimas y le dejó varios picos en sus labios haciéndolo sonreír. Ambos se levantaron y Jungkook le dio las pastillas que le tocaban, después pidieron algo de comer y comieron en la cocina en compañía del otro.

ambivalencia - 국민  KOOKMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora