Capítulo 2

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Zack

Salgo del establecimiento con dos cafés en la mano y frotándome los ojos debido al cansancio y las pocas horas que he dormido estas últimas semanas por culpa del trabajo, aunque el poder dormir más de seis horas seguidas nunca se me ha dado bien desde hace casi tres años. Miro el reloj que tengo en la muñeca izquierda, este apunta a las 9:30 de la mañana, bebo de uno de los cafés y me dirijo a mi coche, un mercedes negro, donde la persona que me ha acompañado toda mi vida esta dentro de el, sonrió al ver como esta tumbado y con los papeles desordenados y mi mente viaja a un recuerdo de cuando aún estábamos en el Instituto. Jayden hay cosas que no las cambia, todavía recuerdo ese chico con dieciocho años asustado por todo lo que nos iba a venir encima y ahora solo veo a un chico fuerte, seguro de si mismo y con ganas de comerse el mundo. En eso si que nos parecemos mucho los dos, bueno, en eso y en muchas cosas más, por algo nos complementamos tan bien.

Abro la puerta y me acomodo en el asiento del copiloto para luego moverle hacia los lados, estas semanas estuvo muy nervioso por la entrevista de trabajo de hoy ,no paraba quieto en casa y al dormir menos. Él se movió susurrando algo que no pude llegar a entender y se quito las gafas de sol marrones que llevaba puestas, dejo ver sus ojos azul celeste que desde hace tiempo estaban más apagados de lo normal, él me regalo una sonrisa al ver los dos cafés sabiendo que uno era para él y se puso a recoger los papeles que había tirado por todo el coche.

-Café doble, lo vas a necesitar -anuncié sonriendo

-Eres el mejor amigo ¿Te lo he dicho alguna vez?

-Muchas más de las que recuerdas -me reí

Jayden sonrió y bebió de su vaso para despues volver a repasar su curriculum por décima vez hoy, esta mañana le había visto hasta ducharse con el maldito papel en la mano, respiro profundo cerrando los ojos y volvió a beber del café.

-Jay te van a coger, estoy seguro -dije apoyando mi mano en su hombro

-Eso espero, porque entrenar a un equipo de baloncesto a niños pequeños por la tarde no es suficiente -contestó preocupado

-Confía en ti, te saldrá bien -asintió y yo le guarde los papeles en la carpeta blanca que llevaba

-Bien bébete el café y te llevo hacia el Instituto -añadí poniéndome el cinturón y las gafas de sol

-Pero ¿Tú no trabajas hoy con tu padre? -preguntó confundido

-Si pero...-me interrumpió el sonido de mi teléfono indicando que alguien me llamaba

Lo saque del bolsillo de mi americana y mire la pantalla, era mi padre, le hice un gesto con la mano a Jay para que se callara y el asintió bebiendo de nuevo de su café.

-Buenos días hijo -dijo mi padre alegre

-Buenos días papá -conteste yo

-Tengo aquí unos informes que me vendrían muy bien que los revisaras y que llamaras a los clientes para solicitar las citas -anunció y se escuchaba como pasaba las páginas de estos

-Si bueno, ahora estoy ocupado haciendo cosas, tengo que llevar a Jay a una entrevista de trabajo y luego quería hacer unas cosas en casa -añadí mirando a Jayden -¿Podría pasarme la secretaria los informes por correo y lo hago en casa? -seguí

-Claro hijo, sin ningún problema -continuo -Lo único que te pido es que mañana tengo una reunión importante de un caso en el que quiero que trabajes, no quiero que faltes, nada de excusas -ordenó

-Vale papá, sin problemas

-Desea a Jayden suerte de mi parte, si le cogen ya os invitare a cenar -dijo alegre y yo acepté y le corte

Mire a Jayden y él se puso las gafas y respiro profundo, yo arranque el coche y le lleve al Instituto donde Jayden tenía dicha entrevista. Se movía inquieto y no paraba de beber de su vaso, era normal que estuviera nervioso, era algo nuevo para él, pero sabía que le hacia muchísima ilusión, por eso quería tener el trabajo cuanto antes.

Llegamos a los ocho minutos para ser exactos y él se bajo despidiéndose de mi con un abrazo, le mire por la luna del coche y vi como corría emocionado hacia la entrada de ese Instituto, sonreí y puse rumbo hacia el edificio donde Jayden y yo vivíamos. Pase por Central Park observando la vegetación que había alrededor. Cuando termine la carrera y mi padre me ofreció trabajo aquí, en Nueva York, Jayden no dudo ni un segundo en venirse conmigo, él consiguió entrar en Harvard con una beca que le ofreció un ojeador de baloncesto, el día en el que jugaron con Aleix y Daniel, el ojeador quiso coger a Jayden desde el primer momento. Estudió y se formo para profesor de educación física y se quiso venir conmigo. Por suerte y por su excelente curriculum a las dos semanas de llegar le llamaron para entrenar a un equipo de baloncesto y él acepto encantado, a Jayden siempre se le dio bien los adolescentes y tenía una paciencia admirable. El trabajo de hoy era muy importante para el porque soñaba con trabajar como profesor de educación física.

Llegue a nuestro portal, salude a la chica que había como conserje y presione el botón del ascensor, vivíamos en un octavo y era horrible subir por las escaleras, cuando llegue a la puerta saque las llaves y pase por esta. Tiré las llaves en la isla de la cocina y me quita la americana negra para despues desabrocharme los primeros botones de la camisa blanca y arremangarme. Recogí las sobras de la cena de ayer y plásticos que había por el suelo, cogi mi portátil y lo encendí dejando ver una foto de fondo de pantalla, de exactamente casi tres años, eramos Liam, Jayden, Maddie, Olivia, Dylan, Mia y yo en la playa, en una de las miles hogueras que hicimos ese años, sonreí triste ante el recuerdo.

Habían pasado tres años y ni Jayden ni yo habíamos superado esa perdida, a veces cuando nos daba el bajón bebíamos cerveza hasta emborracharnos y imaginarnos como serian ellos ahora con veinte años, que es lo que todos tenemos, Jayden no había olvidado a Olivia, recuerdo los primeros meses cuando se encerraba en la habitación de la residencia y lloraba hasta caer dormido, había estado con alguna que otra chica, pero nunca volvió a sentir lo que sintió por Olivia. No ha querido olvidarla y yo tampoco le he obligado a hacerlo porque me sentía exactamente igual por Maddie. La echaba tanto de menos...

Cada vez que oía su nombre me afectaba a niveles sobrenaturales, hay gente que dice, todo pasa con el tiempo, ella nunca ha pasado, ella perdura en mi ser, una parte de mi, aún esta ansioso por verla, por recibir un mensaje o una llamada suya, por poder volver a besar esos jodidos labios o solo poder tocar su precioso pelo rojizo que me ha atormentado durante años. Con el tiempo me he acostumbrado a tener solo su recuerdo, pero sigue siendo duro, esa chica me marco tanto que siempre he visto imposible volver a decir te quiero, o simplemente sentir algo por alguien.

Con Liam, los primeros meses de la Universidad hablábamos, me preguntaba como llevábamos todo esto y siempre obtenía la misma respuesta, con el tiempo, Jayden y yo nos dimos cuenta que hablar con el nos hacía más mierda de lo que estábamos, terminábamos preguntado por Olivia y Maddie, acabamos destrozados. Él se dio cuenta y decidió cortar de raíz, desde entonces no hemos vuelto a tener ningún tipo de contacto, Jayden y yo cambiamos de número y ellos borraron su cuenta de Instagram haciéndose otra nueva en la que no nos hemos atrevido a buscar.

Nuestro querido Dylan...fue jodido tener ese final con él, al final se fue a Yale con Mia, desde el baile de graduación donde todo se rompió en pedazos para todos, no volvimos a saber de él, alguna que otra vez sube alguna story con Mia pero nosotros no hemos mantenido ningún tipo de contacto. Ese día en el patio de Jayden cuando discutimos nos hizo mucho daño a los tres y desde entonces nada. Jayden y yo nunca hemos querido volver a cruzar palabra después de todo eso.

Para resumir el grupo se partió, Maddie , Olivia y Liam volvieron a su grupo de toda la vida, pero nosotros no, Dylan se le veía tan feliz que no quisimos quitarle esa felicidad, porque después de todo se lo merecía tanto como los demás.

Suspiré triste y entre en la bandeja de mi correo para descargar los informes y ponerme a ello para distraerme un poco. Teclee en el ordenador y apunte algunos números en mi agenda para despues llamarles y concertar alguna cita que otra.

Termine y mire la hora, eran las 14:00 y decidí salir a por algo de comer, las hamburguesas de aquí no eran tan buenas como las de Bob, pero algo es algo. Miré mi móvil para comprobar que Jay me había dicho algo pero no obtuve respuesta.

Solo esperaba que le fuera bien.

[#2] Algo Entre Nosotros (Recuerdos y Verdades)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora