[#2] Algo Entre Nosotros (Recuerdos y Verdades)

Capítulo 8

Zack

Entre a la empresa frotándome los ojos debido al cansancio acumulado de estas últimas semanas por el maldito informe que tuvimos que presentar a mi padre para el caso que tendríamos en pocos meses. Pase la tarjeta de identificación por la maquina y la secretaria de siempre se levanto de su lugar en cuanto me vio entrar, se acerco a mi moviendo sus caderas exageradamente y en su mano derecha llevaba un café.

-Buenos días señor -dijo sonriendo picara

-Buenos días Sandra -sonreí amable

-Tenga, le he encargado un café para que se lo tome mientras trabaja -lo extendió y yo lo agarre sonriente

-No tenías porque hacerlo, pero aún así muchas gracias

-Es un placer señor Miller -dijo tímida

Cuando iba a hablar una mano se poso en mi hombro haciendo que girara la cabeza y viera a mi padre frente a mi sonriendo divertido y a su lado a la chica de pelo rojizo volteando los ojos. Sonreí divertido yo también y mi padre hablo

-Deja de ligar en horas de trabajo o tendré que cambiar de planta a Sandra -dijo riendo y ella volvió a su asiento avergonzada

-Papá solo me estaba ofreciendo un café

-Te los ofrece todas las mañanas -dijo Maddie negando con la cabeza

-¿Celosa señorita Brooks? -pregunté sonriendo

-Más quisieras -contestó seria

-No quiero que distraigas a nuestra secretaria y mucho menos que le hagas ilusiones -añadió mi padre serio

-Es una de sus especialidades -volvió a hablar Maddie y yo la mire mal

-No la he ilusionado, solo la he agradecido que me de un café todas las mañanas -dije obvio

-Mientras no ligues con ella, como si te trae en helicóptero pero te quiero centrado -ordenó mi padre y yo asentí

Maddie se metió en su despacho y mi padre en el suyo, yo repetí el mismo proceso. Me senté en la silla negra, encendí la pantalla del ordenador y abrí la agenda de ese día, en ella vi que a las 9:30 tendríamos una reunión importante. Mire mi reloj y aún quedaba una hora para ello, así que arregle informes que había dejado apartados semanas atrás y llame a diferentes clientes para concertar nuevas citas.

El teléfono fijo de mi despacho sonó captando mi atención, lo cogí y una voz femenina sonó tras él

-Señor Miller -dijo Sandra tras el

Me estaba empezando a acostumbrar a ese Señor Miller, pero no era la voz ni los labios de los que quería que salieran.

-Dime Sandra, ¿Hay algún problema?

-No señor, solo le informo de que me acaban de llegar los informes de un cliente que estaba esperando

-Bien, pásate a final de la mañana y déjalos en mi despacho si no te importa, porque ahora mismo se me hace imposible ir, tengo una reunión con mi padre -dije mirando mi reloj y apagando el ordenador para después levantarme

-Perfecto, a final de la mañana me paso

-Gracias Sandra -contesté serio y colgué el teléfono para después salir y dirigirme a la sala de reuniones

Cuando llegué a ella, entre y vi a Maddie junto al idiota del otro día, ella estaba apoyada en la gran mesa que había en esta sala y él de pie a su lado riendo como dos adolescentes, apreté los puños intentando respirar y estar tranquilo, pero no le tragaba. Ella me vio entrar, yo la salude con la cabeza y ella repitió lo mismo.