Ácido

155 16 0
                                    

Él no lograba comprenderlo. Era una simple pregunta, pero a Park SungHoon le pesaba mucho más de lo que te podías imaginar. Le costaba demasiado y a este punto, se podía ver a kilómetros de distancia.

—¿Entonces? ¿Piensas decírselo?

Estaba conversando junto a su compañero de trabajo, Park Jay. El rubio suspiró pesadamente, porque incluso cuando solo eran compañeros de trabajo, Jay sabía perfectamente el comportamiento del otro Park, trabajaban juntos ya casi 3 años y era de esperarse.

—Aún no estoy seguro, Jay. Si, tengo ya casi tres años con Hee pero, siento que hace falta algo...

Esa inseguridad de la que tanto hablaba SungHoon, tenía jalando del cabello a Jay cada vez que aparecía. El simplemente no entendía de que se trataba, Jay piensa que HeeSeung está flechado por SungHoon, siempre le envía algo que comer, deja en recepción las cosas que SungHoon se olvida y entre otras situaciones.

Para Jay, Hee era un amor con SungHoon.

Pero el rubio estaba comenzando a dudar si el sentimiento era recíproco. Tanto así que siempre que lo pensaba, tenía punzadas en el corazón.

—¿Lo amas?

La pregunta salió de la boca del mayor, mirando a su compañero, y el mencionado tardó en responder. Jay quería creer que era por lo repentino que había sido.

—¡Sí! Claro que lo hago, Jay.

Esperaba que eso sea cierto.

—Entonces deberías saber de que se trata esa inseguridad de la que hablas, SungHoon, ¿Lo hablaste con él? Inténtalo, yo sé que llegarían a algo.

El castaño bajo la mirada, algo pensativo y jugando con sus manos, tardó en responder.

—Hoy lo haré y trataré.

SungHoon quería creer que si lo iba a hacer—y por primera vez; llegarían a algo—. La idea de pedirle matrimonio si había pasado por su cabeza, incluso más de tres veces, pero para SungHoon faltaba algo, o eso sentía.

Esa inseguridad...

Seis Años Atrás 𓂅

—¡Hey, Insecto! ¡Si, tú, Park!

SungHoon esperaba que solo fuera su imaginación; que estuviera alucinando, era imposible que lo atacaran tres veces al día, ya era suficiente...

—¿Que necesitas, Ga Bin? Ya te dije...

Fue detenido cuándo sintió un empujón repentino que lo hizo caer. Un chico más de su banda estaba por detrás, todos se rieron cuando los lentes de Park cayeron y estos se quebraron.

—No hablo con idiotas como tú, Park, solo estás para pasarme la tarea y los proyectos. Así que, me preguntaba, ¿porqué escapaste de la escuela más temprano, si sabías lo que te iba a pasar después? Pedazo de imbécil.

SungHoon solo quería largase de ahí, no sabía cómo, porque ahora veía todo un poco borroso. Podía jurar que tenía un sexto sentido, porque incluso con esa vista pudo coger sus cosas, levantarse y enfrentar a Kim Ga Bin y su banda de mocosos.

Sabiendo que podría terminar mal.

—¿Y ahora? ¿Te vas a hacer el valiente? Aw, mira Chan, el 'marica' quiere sacar la cara por primera vez, ahora que toda la escuela sabe que es un puto gay de mierda.

¡Oh! Si, claro. SungHoon salió temprano porque hoy fue un día muy jodido.

Iba todo bien, luego de que uno de sus compañeros le quitara la libreta de notas equivocada y descubriera las cartas de amor escondidas que tenía para aquel chico de pelo rosa.

"—¡No puede ser! A SungHoon le gustan los hombres, le escribió cartas a Kim SunWoo, ¡El nerd es gay!"

Y luego de eso nadie lo dejó en paz.

En el almuerzo, el grupo de mocosos se le acercó e hizo que SunWoo fuera a hablar con SungHoon a la fuerza,—porque si, nadie quería acercarse al chico callado y raro—y así fue como, su primer amor... Kim SunWo, le dijo cosas horribles.

"—¿En serio te gusto? ¿Por qué naciste, retrasado? Eres un 'marica', Park SungHoon, no puedo creer que le guste a alguien como tú, ¡Por dios! ¿Qué mal hice para merecer un gay? Esto es una vergüenza, eres de lo peor SungHoon."

Ojalá hubiera aceptado la oferta de su madrastra, aquella señora que le dio la oportunidad de desaparecer.

—Vete a la mierda, Ga Bin.

SungHoon estaba recargado de furia, no quería tener más miedo, pero por dentro temblaba como un perro mojado. Sabía las cosas que le podían hacer, y el estaba solo, sin nadie quien lo pueda defender.

...

Todo se debía a los comentarios.

Su cabeza estaba llena de mucha mierda que la gente le había dicho por años.

Ahora se sentía mucho más en calma, mucho más tranquilo, porque había encontrado a personas que lo querían: HeeSeung y Jay. Confiaba en que no necesitaría de nadie más.

Pero aún seguía sintiendo ese vacío por dentro y no lograba comprender de qué se trataba.

꒷︶꒷꒥꒷‧₊˚꒷︶꒷꒥꒷‧₊˚

Fue al departamento de Hee sin previo aviso, quería sorprenderlo, hace casi dos semanas que no lo visitaba, tenía mucho trabajo y quería ser bueno en algo por lo menos. No quería perder más.

—¿Quién es...? ¿Hoon? ¿Qué haces afuera?

Tardó solo un segundo en abrir la puerta. Hee lo recibió con un abrazo y una sonrisa muy grande.

—¡Hey! No me dijiste que vendrías, salí temprano del trabajo para irte a visitar en una hora, estaba a punto de escribirte, ¿Cómo estás? ¿Todo bien? ¿Cómo te fue? ¿Mucho trabajo? Preparé un poco de comida y bebida, si me hubieras dicho que vendrías habría...

SungHoon estaba muy feliz de volver a escuchar su voz. Tranquila, dulce, era como una melodía... Dejó de escuchar lo que decía para soltar la maleta que tenía en mano y corresponder el abrazo de HeeSeung—escondiendo su rostro en el cuello de este—.

—Te quiero mucho, Hee, te amo, te amo tanto.

Pero, aquellas palabras hacían que su piel se erizara. Porque HeeSeung le hacía recordar a tantas cosas, pero también le transmitía mucha tranquilidad y aquello era suficiente.

—Te amo, SungHoon.

Repetía Lee, mientras acariciaba su sedoso cabello.

—¡Hey! Encontré uvas borgoñas en el mercado, bajaron de precio y traje varias para hacer jugo, ¿quieres probar?

Park asintió delicadamente sin apartarse del mayor, pero este tuvo que hacerlo lentamente para poder servirle en un vaso y dárselo.

—¿Qué tal está? Acabo de terminarlo.

Hoon tomó un poco, y al instante arrugó el ceño. Teniendo esos mismos escalofríos que antes.

Ácido, era muy ácido... cómo aquellas palabras que había dicho antes.

Pero no dijo nada, solo asintió.

Esa inseguridad con la que luchaba todos los días, le iba a causar muchos problemas en el futuro. Pero él estaba ciego como para poder darse cuenta.

.                             .                                 .

SOUR TASTE © | 𝖧𝖾𝖾𝖧𝗈𝗈𝗇Donde viven las historias. Descúbrelo ahora